Archivo / Página Siete.
Producción de Mentisan en la fábrica de INTI.
Gabriel Díez Lacunza / La Paz
El menú del famoso restaurant chileno Bar The Clinic, ubicado en la plaza Ñuñoa en Santiago de Chile, incluye entre su oferta de bebidas internacionales a la cerveza Paceña.
Allá donde prevalece un circuito de bares, restaurantes y centros culturales, la bebida de origen boliviano aparece en la carta de ese bar acompañada, entre paréntesis, del nombre de Bolivia, a un costo de 2.200 pesos chilenos (26 bolivianos).
Así como Chile, países como Argentina, Japón y España -entre los principales destinos donde arriba el artículo- son asiduos consumidores de este producto, que tiene 127 años de historia y es considerado un “emblema” de la producción nacional.
“Es un orgullo saber que consumidores exigentes de otros países eligen nuestra marca para experimentar un maridaje (unión) especial con una diversidad de platos de la cocina internacional”, afirma la gerente de Marketing de la Cervecería Boliviana Nacional (CBN), Cristina Montilla.
Otro “emblema boliviano” de exportación tiene fragancia a menta y eucalipto medicinales, y se utiliza como ungüento para aliviar síntomas de la gripe y el resfrío: es el Mentisan.
El gerente general de la droguería INTI, Christian Schilling, no duda en destacar a este producto como “emblemático por excelencia”, porque -afirma- allá donde hay un boliviano, hay un Mentisan.
“Es un producto que la gente lleva en sus equipajes, o se hace mandar al lugar donde reside. No importa la distancia ni el estrato socio-económico, Mentisan es de todos y para todos”, remarca.
La fórmula que fuera inventada por el abuelo de Christian, Ernesto Schilling, allá por 1937, posicionó el nombre de Bolivia en distintas capitales del planeta. Paraguay, Alemania, España, China, Perú, Estados Unidos, Argentina, Chile, Brasil, Francia e Italia, son los principales mercados de la “milagrosa” pomada.
Mientras Mentisan acrecienta su fama curadora, Paceña deleita cada vez más a los comensales más exigentes en los cuatro puntos cardinales del planeta. Montilla explica que si bien la versión en lata de Paceña es más versátil para su exportación, existe gran demanda para los productos embotellados.
“En otras partes del mundo también disfrutan de Paceña Pico de Oro, una cerveza refinada, elegante, suave y fácil de tomar, Paceña Black y Paceña Ice”, comenta.
En la actualidad, Paceña exporta, según la información proporcionada por Montilla, 30.000 cajas por año. De acuerdo a los datos de la CBN, esta compañía está pendiente a los cambios del mercado y su tendencia.
Las alianzas con “distribuidores formales” les garantizan que este producto conserve su prestigio al momento de ser solicitado en las mesas internacionales.
La latita verde y clásica de Mentisan se replica en un número aproximado de seis millones para poder abastecer el mercado que ganó en el mundo a través de los años.
Este producto exitoso y sinónimo de Bolivia llegó hasta el monte Everest, en Nepal, el año 1998. El alpinista boliviano Bernardo Guarachi contó entonces que cuando llegó a la cima no le faltó dos cosas importantes en su equipaje: su Biblia y su lata de Mentisan.
“Me dejaba la piel como la de un niño, también me ayudaba a respirar y a abrir las fosas nasales cuando estaba sin oxígeno. Me ayudaba a velar por mi salud”, comentó Guarachi, el único escalador boliviano que consiguió la hazaña.
Muchos son los productos que Bolivia dio a conocer al mundo pero pocos, como Paceña y Mentisan lograron establecerse a través de los años, y a pesar de las diversas circunstancias históricas buenas o malas.
Posicionarse como una cerveza de élite avala a Paceña como “embajadora” boliviana en el mundo. La historia de las familias bolivianas, sin duda, tiene en alguna hoja escrito un capítulo que desprende fragancia a menta y eucalipto con la palabra Mentisan.
como la Paceña, y otro tanto se podría decir del Mentisan.
Mi esposa, por ejemplo, es una de las consumidoras que tienen como favorito a este producto y no lo cambiaría.
Resumiría que un producto fideliza al consumidor cuando satisface la necesidad que este tiene. Para el caso no solamente diríamos en cuanto al gusto, en lo que respecta a Paceña, o la cura en cuanto al Mentisan, sino tiene que ver con una cuestión de confianza.
Y tiene que ver, también, con un tema incluso psicológico en lo que respecta al Mentisan y a la Paceña; una satisfacción no sólo por el gusto, sino por la emoción y el sentimiento que está asociado a su consumo.
No me extraña que lleguen a todo el mundo porque se trata de productos emblemáticos que, además, han merecido no sólo el elogio del consumidor, sino premios de carácter internacional. Eso habla muy bien de su calidad. No me extrañaría que mañana estén mejor posicionados en un mundo global donde la información va rápido.