Con la vorágine de la vida diaria, los tiempos se acortan, sí, también los de dormir. Fue así que una joven e ingeniosa pareja belga lanzó “Pauz” (pausa en francés). ¿Qué es? Un bar para dormir la siesta.
Así es, aunque parezca increíble, las tendencias cambian y el mercado se adapta a las necesidades de los consumidores. Y en ellos pensaron Gaêtan Oversacq y Najat Bouzalmad, al instalar camas y comodísimos sillones de última tecnología en su local de Bruselas.
Miles de empleados de las instituciones europeas tienen apenas una hora al mediodía para comer. Tiempo les falta, pero no dinero, por lo que están dispuestos a desembolsar entre 7 y 17 euros por “pegar las pestañas” en el bar de la Rue Belliard y hacerle caso a aquellos estudios en lo que aseguran que el descanso ayuda a mejorar la productividad, a concentrarse mejor y a evitar esos “cabezazos” de media tarde frente a la computadora.
“PAUzzz”, que sigue una tendencia que se ha ido instalando en Japón y Francias, abre de lunes a viernes de 10 a 18 y, fuera de esos horarios, sólo para fiestas privadas. Además, el servicio se completa con luminoterapia y sillones como los hydro-jets, que usan agua a presión para dar masajes sin siquiera quitarse la ropa.
Por último, el bar tiene una regla que se cumple a rajatable: los clientes deben “desconectarse” de sus smartphones y tabletas, que tienen que quedar apagados.