“¿Quiere probar esto?”, dijo un cliente de la cervecería Wynkoop Brewing en Denver (Colorado) al presidente de Estados Unidos, Barack Obama. El martes, el mandatario visitó el lugar acompañado del gobernador del estado, John Hickenlooper, como parte de su campaña de acercamiento a los ciudadanos.
Obama, que estaba cenando pizza con cinco estadounidenses que le habían escrito cartas, solo sonrió y siguió estrechando manos. Matt Anton, usuario de Instagram identificado como manton89, publicó en su cuenta un fragmento del video en el que se lo escucha ofreciéndo marihuana. Junto a la imagen escribió este comentario: “Le pregunté que si quería marihuana… Se rió”.
El estado de Colorado legalizó recientemente el uso del cannabis con fines recreativos. El mandatario fue recibido con letreros que decían “Hierba gratis para Obama”.
Este martes, el estado de Washington también comenzó la venta de marihuana para ese propósito, después de que la medida fuera aprobada en referéndum en noviembre de 2012.
Brian Smith, portavoz del ente regulador Washington State Liquor Control Board, indicó que han emitido permisos para 25 tiendas que podrán vender la marihuana para fumar y vaporear, así como pipas y vaporizadores.
Smith explicó que varias tiendas han sido autorizadas para abrir sus puertas desde el martes.
Los consumidores autorizados mayores de 21 años podrán tener hasta 28 gramos de marihuana para uso personal. Desde marzo han sido concedidas 115 licencias, entre cultivadores y procesadores de la hierba, de las 7 000 solicitudes recibidas. Washington se convirtió de esta forma en el segundo estado en el que se puede comprar cannabis para fines recreativos después de Colorado, en donde la medida entró en vigor el 1.º de enero de este año. En otros 23 estados y la capital, la ley solo autoriza el uso de la marihuana para fines medicinales, medida que, sin embargo, no ha sido aprobada en Washington.
Según Mijail Carpenter, otro responsable del Washington State Liquor Control Board, las ventas de marihuana en el mercado negro existen prácticamente en todas las grandes ciudades de Estados Unidos. Legalizar un mercado que no vende a niños y que tiene condiciones más seguras es una alternativa más sólida en su opinión.
La decisión de despenalizar el uso de esta planta para fines recreativos no está exenta de los ingresos que logrará el estado, que aplicará impuestos del 44%.
Washington calcula recaudar hasta $2 000 millones en los primeros cinco años de aplicación de la norma. Las autoridades estatales esperan también que el turismo aumente gracias a esta medida, según señaló Carpenter. Por otro lado, el ente regulador espera que otros estados sigan la estela del experimento que Washington y Colorado están llevando a cabo. Smith indicó que está previsto para agosto un referéndum en Alaska (noroeste) en este sentido y los sondeos señalan que será aprobado, al igual que en Oregón. (Efe y AFP)