Las filtraciones y denuncias de funcionarios del gobierno en torno a un equipo de espionaje telecomunicacional pudo poner al descubierto una operación de inteligencia que involucraba a los estados de Israel y Panamá, reveló una fuente ligada a operaciones secretas.

El equipo fue vendido a Panamá vía el FIS a través de M.L.M. Protection LTD, que tiene como directivos a Ofer Bar y Sharon Botz, exagentes especiales del servicio secreto israelí.

La compra por más de $13 millones se hizo en el 2010 y fue autorizada por la directiva del FIS o PAN, que incluía al ministro Jimmy Papadimitriu y a las viceministras Marta Susana de Varela y Mirna de Crespo.

La fuente de inteligencia no descarta que el equipo fuera desmontado tras cumplirse los propósitos de la operación que bien pudo involucrar objetivos locales y transnacionales.

Lo cierto es que el sistema fue operado fundamentalmente cuando Gustavo Pérez estuvo al frente del Consejo de Seguridad. El también exdirector de la Policía fue subjefe de la Unidad Especial Antiterror (Uesat), un grupo creado por el general Manuel Antonio Noriega, bajo la asesoría israelí.

Lo cierto es que el director del Consejo de Seguridad, el comisionado Rolando López, debió saber que el equipo de espionaje estuvo a cargo de Pérez, pero prefirió denunciar a Alejandro Garuz por la “desaparición” de la estación en vez de a su antiguo comandante en la Policía y las Fuerzas de Defensa.

En el gobierno del mandatario Martín Torrijos también desapareció un equipo de espionaje y en la comunidad de inteligencia se asegura que era utilizado por el equipo de inteligencia del expresidente para actividades particulares.