Alegando alteración en su cotidianidad por el ruido que produce durante gran parte de la madrugada un bar en la Calle del Porvenir, en el Centro Histórico, Ramón Escallón, director jurídico de Industria Hotelera S.A.S, dueña de un hotel en esa misma cuadra interpuso una tutela para que fueran protegidos sus derechos a la salud, a la vida e intimidad.
El accionante asegura que desde agosto pasado el local nocturno con el que colinda el hotel donde reside con su familia, maneja decibeles por fuera de lo estipulado en la norma, afectando la tranquilidad y descanso tanto de él como de los demás huéspedes.
El Juzgado Trece Penal de Cartagena cobijó los derechos del accionante en primera instancia y ordenó al Departamento Administrativo Distrital de Salud (Dadis), hacer control interno al ruido que estaría produciendo la discoteca.
Esta resolución se expidió luego de que el Establecimiento Público Ambiental (EPA), vinculado al proceso, manifestara que realizó una visita de inspección técnica al lugar motivado por una queja y que constató que “no se encontraba generando ruido al exterior y que la afectación es interna” por lo que tal inspección se sale de su eje de control que es el espacio público.
“Hemos hecho de todo”
Ramón Escallón asegura que ha intentado varias cosas para impedir que el ruido del lugar penetre hasta el hotel, pero no lo han logrado. “Hemos comprado puertas de seguridad que son gruesas para impedir que traspase el ruido, hemos tratado de insonorizar toda la parte del hotel, pero se sigue escuchando todo”, indicó.
El denunciante indica que hay una negligencia por parte de la autoridades, pues a pesar de que han interpuesto quejas ante varias entidades distritales no se ha logrado el control de los niveles de ruidos al interior del bar.
El Universal contactó al dueño y representante legal del local nocturno en cuestión, quien aseguró que antes han procedido para disminuir la afectación sonora que señala Escallón anulando bajos y cambiando la ubicación de los parlantes y a pesar de esto y de varios acuerdos entre los vecinos, persiste la queja.
El dueño del lugar aseguró que próximamente sus abogados se pronunciarán y apelarán el fallo.
El Dadis dijo que funcionarios de la oficina de Ambiente y Salud inspeccionaron el lugar y se confirmaron los altos niveles de ruido por fuera de lugar. “Buscamos al representante legal para radicarle el informe, pero no le hemos encontrado (…) dentro de lo que nos corresponde interpondremos las sanciones que se requieran y se actuará en coordinación con la Secretaría de Interior”, expresó Martha Rodríguez Otálora, directora de la entidad.