Xalapa.— El fiscal general de Veracruz, Luis Ángel Bravo Contreras, informó que en una vez que definan los delitos del fuero común y federales cometidos en el ataque a un bar que dejó seis muertos (entre ellos dos líderes del Cártel de Los Zetas y un reportero), solicitarán la colaboración de la Procuraduría General de la República (PGR).
“Nosotros seguimos recabando investigación para dirimir los delitos del fuero común y, desde luego, lo que tenga que ver con delincuencia organizada lo abordará la PGR”, comentó el fiscal.
En entrevista con EL UNIVERSAL, explicó que si bien ellos deben mostrar con “contundencia” signos de delincuencia organizada en el ataque al bar ocurrido el jueves en el municipio de Orizaba, la PGR puede atraer en su totalidad la investigación cuando así lo requiera.
“Cuando determines con contundencia signos de delincuencia organizada es cuando ordenaremos remitir la investigación o un tanto de ese proceso a la PGR, sin menoscabo que ellos determinen ejercer la facultad de atracción que tienen constitucionalmente”, señaló.
Hechos delictivos. La madrugada del jueves, seis personas fueron ejecutadas en un bar de la ciudad de Orizaba, entre ellas dos líderes del Cártel de Los Zetas y el reportero Juan Heriberto Santos Carrera, quienes convivían en una mesa.
Las autoridades identificaron entre las víctimas a José Márquez Balderas, El Chichi, jefe de plaza de Los Zetas, y a Felipe Santana Hernández, El Felino, segundo al mando del mismo grupo delincuencial.
El fiscal detalló que lograron identificar a los dos líderes delincuenciales rápido, gracias a que portaban sus credenciales de elector con fotografía y consultaron sus antecedentes en las bases de datos de las dependencias que participan en el operativo especial Veracruz Seguro.
Durante el ataque, dos reporteros del diario El Buen Tono, que se encontraban en la misma mesa, salieron ilesos y huyeron del lugar para refugiarse en la comandancia de la Policía Estatal, donde solicitaron ayuda a sus medios de comunicación para que los sacaran de la zona.
El diario lamentó que sus reporteros hayan estado conviviendo con líderes Los Zetas y anunció su despido inmediato.
En su editorial, el rotativo explicó que ambos periodistas no debían estar reunidos con integrantes de la delincuencia organizada a medianoche, en un bar ingiriendo bebidas alcohólicas, sin cumplir una orden de trabajo y sin haber informado a sus superiores.
Sobre alguna responsabilidad penal en contra de los dos reporteros, el fiscal estatal detalló que no son la autoridad competente para hallar elementos de delincuencia organizada o en los comunicadores por el hecho de convivir con criminales.