La máxima autoridad del Servicio Penitenciario y de Readaptación Social del Chaco  aclaró que el efectivo penitenciario permanece internado en el Sanatorio Güemes por una leve lesión en la cara y otro hombre, por una herida de bala, ambos sin riesgo de vida.

Jorge Ibarola, jefe del Servicio Penitenciario Provincial.

Ibarola dijo que el “hecho ocurrió el jueves cuando al parecer un cabo penitenciario salía de un bar y que según su denuncia todo sucedió adentro del local donde habría tenido una pelea con otra persona”.

El hecho se registró en calle Sáenz Peña al 200 de la capital y para determinar las responsabilidades – el jefe penitenciario- dispuso la apertura de actuaciones sumariales: “Fue suspendido de sus funciones hasta tanto se establezca cómo sucedieron las cosas y la acusación que consta en las actuaciones policiales es ´abuso de arma de fuego´”.

Agregó- que aparentemente fue seguido en la vía pública y habría herido de bala a uno de esas personas-. “En esa situación usó un arma que no es reglamentaria y lo que el cabo aduce es que se la arrebató a uno de los supuestos agresores”.

Personal, sin portación

Explicó que “el servicio penitenciario ya no provee armas al personal porque nuestra seguridad es intramuros y no en la vía pública por lo cual como se estila en todos los servicios penitenciarios del país desde hace muchos años, no se suministra más el arma y en ese caso será la justicia la que tendrá que determinar si la pistola calibre 365 hallada en el escenario, era portada de manera ilegal por penitenciario o efectivamente se la extrajo a los otros involucrados”.

El titular de la fuerza – recalcó- que “aquellos penitenciarios que cuentan con arma reglamentaria son únicamente los que ingresaron cuando la Policía del Chaco disponía de un escalafón, pero desde 2008, que es el año en que nos independizamos ya no se dispone el arma a los agentes y oficiales, y quienes pretendan tenerla deberán efectuar una serie de trámites ante las autoridades de contralor”.