Un piloto y un estudiante universitario fueron acusados de pertenecer a una red en la que se involucran pandilleros, taxistas y civiles que se dedicaban a robar en varios bares y restaurantes de la Zona Real; además, habrían sustraído objetos de valor una iglesia evangélica en San Salvador.

Según la acusación del Ministerio Público, Fernando Hércules, piloto, y Héctor D., estudiante de una universidad en Ciudad Merliot, habrían colaborado con otras 34 personas para atracar varios establecimientos en diferentes fechas, entre junio de 2009 y octubre de 2012.

De acuerdo al informe policial, esta red operaba bajo las órdenes de Guillermo Villareal, propietario del Sport Bar, ubicado en la calle Antigua a Huizúcar, en la colonia San Francisco. Villareal también se encargaba de la coordinación de los atracos y entregar los viáticos para los que participaban en los robos.

La policía ha establecido el modus operandi de esta red. Algunos de los miembros llegaban a los bares haciéndose pasar por clientes para identificar los objetos de valor a robar y determinar los horarios de menos afluencia de clientes y asegurarse que los establecimientos estuvieran semivacíos, ya que su objetivo eran los artículos propiedad del bar y no los clientes.

En uno de los siete casos judicializados, un sujeto estableció una relación amorosa con una mesera del bar para obtener información sobre el movimiento del establecimiento y los horarios del personal.

La investigación de las autoridades indica que Villareal se reunía con uno de los sujetos para planear los atracos, luego otros se encargaban de ir al lugar para identificar los objetos a robar, horarios y para saber con exactitud el número de personas que estaban a cargo del establecimiento.

Luego, una persona de confianza de Villareal se encargaba de coordinar el costo de la operación para después ponerse en contacto con el resto de los miembros que participarían en la operación, como taxistas y otros que se hacían pasar como clientes del lugar.

Una vez adentro del bar y ganada la confianza de los empleados, los sujetos encañonaban al personal, los amordazaban y encerraban para robar celulares, dinero en efectivo, laptops, televisores plasma, DVD, botellas de licor y cajas de cervezas.

Los objetos robados eran comprados por Villareal -quien según el botín llegó a pagar hasta $1,400- y las autoridades suponen que él mismo se encargaba de revenderlos para obtener ganancia adicional de los robos.

Los pandilleros que participaron en estos casos han sido identificados como miembros activos de la clica Wesly Vagos Locos, de la MS. Estos sujetos fueron capturados por su supuesta participación en el incendio del bar Touch Me, la semana pasada.

Entre algunos de los bares y restaurantes que fueron atracados por esta red figuran Friends, Party Time, El Sopón de Miramonte y Bar Cloused; además, asaltaron la Iglesia La Voz de Jesucristo de los Últimos Tiempos.

El piloto y el universitario

Según el informe judicial, Fernando Hércules, piloto aviador, alias “Tanque”, hijo de un empresario de la construcción, participó en uno de los robos. Hércules fue contactado por el hombre de confianza de Villareal.

El piloto se habría hecho pasar como un cliente. Según las autoridades, también colaboró para transportar los objetos robados y a cambio habría recibido $100 como pago.

Mientras, el estudiante universitario tenía una participación más activa en los robos y habría participado en la mayoría de los hechos. De acuerdo a la investigación, el joven se encargaba de proporcionar los vehículos para la red luego de ser contactado por uno de los sujetos, quien le informaba sobre las fechas de los atracos y la cantidad de objetos que se llevarían.

Los vehículos aguardaban a los sujetos que se encargaban de sustraer los objetos y en algunas ocasiones varios hombres cooperaban para cargar los electrodomésticos y otros artículos a los carros.

Hasta el momento las autoridades no han establecido si los vehículos que proporcionaba el estudiante universitario tenían reporte de robo o si eran de su propiedad; de momento se desconoce el paradero de estos automotores.

La Fiscalía ha solicitado al Juez 14º de Paz la detención formal para los sujetos. De los 36 implicados, 25 fueron acusados formalmente, entre estos el piloto, el universitario y el cabecilla de la banda. Según fuentes judiciales, los otros 11 sujetos están a la orden de otros juzgados por delitos similares.

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