La hora cero se acerca y en los restaurantes de comida rápida no darán abasto.

Los que se quedan en casa a ver el fútbol no tienen intención de pisar la cocina y muchos recurrirán a la comida preparada. Se espera tal aumento de pedids en las pizzerias que algunas han llegado a contratar a 40 personas más.

Las páginas web de pedidos de comida a domicilio por Internet también tendrán un aumento de visitas. Se calcula que la final de la Champions disparará los pedidos más de un 50%.

Otros negocios, en cambio, lo notarán con peor resultado. La gente no irá de tiendas, y las zonas comerciales estarán casi vacías.

Otro colectivo ‘perjudicado’: los taxistas. Ellos saben que durante el partido, bajar la bandera será una tarea casi imposible.

El país se paraliza de tal modo que hasta las urgencias de los hospitales disminuyen. Ante un partido de estas características, incluso sentirse mal puede esperar.