Tras una extensa reunión entre el concesionario del bar Avelino (en plaza Montenegro) y autoridades del Ejecutivo se acordó que el espacio abrirá hoy las puertas nuevamente al público. El comerciante había decidido cerrar por el combo de violencia e inseguridad que padecían sus clientes y que se originaba en el baño público ubicado en su local, incluso con hechos de sangre. La Intendencia se comprometió a montar un operativo “intensivo” de control en el perímetro “para normalizar la situación” y a facilitar las reformas de acceso al sanitario con un ingreso desde el exterior.
Después de varias notas al municipio, Eduardo César Bruera dijo “basta”. La seguidilla de incidentes de personas drogadas y borrachas en el baño lo empujaron a cerrar anteayer el local para exigir una respuesta inmediata a los funcionarios. Es que según explicó el concesionario damnificado buscó poner un freno al desmadre.
La respuesta frente a la denuncia en los medios periodísticos no se hizo esperar. El subsecretario de Hacienda municipal, Guido Boggiano, y el director de Concesiones, Roberto Bruera, recibieron al comerciante para acordar una solución en conjunto.
“A partir de lo publicado, tomamos el tema. Desde mañana (por hoy) el bar abrirá sus puertas en su horario habitual con el compromiso del municipio de dar una mayor presencia de las áreas de Control en la plaza y en el lugar propiamente dicho”, anunció Boggiano.
En concreto, se tratará de un operativo con la intervención de la Guardia Urbana Municipal (GUM) y Control Urbano. El otro punto que había reclamado Bruera era la reforma en el ingreso a los baños públicos que, por requisito de la concesión, tiene en el bar. Incluso el empresario había mostrado voluntad en construir un ingreso al sanitario desde el exterior de su comercio.
“En este punto acordamos con la Secretaría de Planeamiento y con el concesionario la readecuación de los sanitarios, lo que garantizará el acceso de la gente y facilitará la operatoria del bar. Tanto el baño de caballeros como el de damas tendrán entrada desde el interior y exterior, con una pared vidriada. En 15 días debería estar reformándose”, anunció Boggiano. Mientras tanto, el concesionario pondrá baños químicos para evitar el acceso al bar de quienes no sean clientes del mismo.
Pero los problemas esgrimidos por Bruera no se agotaron aquí. Cabe recordar las declaraciones de ayer del empresario:”Es normal (esta situación), se vienen a drogar adentro del baño, mis clientes tienen que presenciar eso y son amenazados para que se callen la boca. Acá vienen muchas mujeres mayores, pero se van espantadas”.
El subsecretario de Hacienda ensayó una respuesta: “Estamos tratando con las áreas de control de que el lugar sea un ámbito más ameno para todos. Ahora hay cuestiones de injerencia municipal y otras que no. Controlamos los solados, pero si existe droga no somos competencia. Y en eso estamos dispuestos a recepcionar cualquier tipo de reclamo y denuncia, para elevarlos a la provincia y al Ministerio de Seguridad”.
El funcionario consideró que la plaza Montenegro “es un lugar donde pernocta gente, si tiran o no una piedra, no podemos estar permanentemente. El vandalismo está en todo el país, no sólo en plaza Montenegro”.
HABLÓ IELPI
Avelino es el bar del Centro Cultural Roberto Fontanarrosa. Su director, Rafael Ielpi, también se refirió a los problemas de vandalismo y marginalidad en diálogo con LaCapital.
“Esta situación data de al menos diez años. Al asumir ya tenía notas de mis antecesores denunciando los problemas en el entorno. En ese momento la plaza estaba invadida por la droga y luego se logró atenuar. Pero la ocupación fue reemplazada por marginales alcoholizados que viven en la calle”, comentó el ex concejal.
El CCRF congrega seminarios, exposiciones y congresos que concitan la afluencia de público de otras provincias y del exterior.
“Cuando vienen personas que no son de Rosario deben sortear una escenografía desfavorable. La GUM hace lo que puede, porque no está para reprimir y hasta tiene que soportar que los insulten. A las empleadas que salen de noche también las agreden y hasta hay un matrimonio con dos nenes, de 3 y 5 años, que vive en la plaza. Es un panorama difícil y lo que perjudica el entorno es el retiro de fachada de enfrente, donde funcionaba Assa. Ahí amontonan colchones”, indicó Ielpi.
El funcionario remató: “Quedó un bolsón marginal que es menor al de unos años atrás, pero es más persistente”.