Este miércoles 3 de diciembre se presenta en Córdoba el libro Cuentos de bar y otras histerias varoniles (Ediciones del Boulevard), del autor Franco Colamarino, con prólogos de Cacho Buenaventura y Coco Sily, más epílogo de Horacio Pagani. La presentación será a las 19.30, en La Bodeguita de Güemes (Belgrano 1003).
Franco, oriundo del pueblo Norberto de la Riestra, de Buenos Aires, comenzó a frecuentar el bar del pueblo con su padre, en plena infancia. Con nostalgia se acuerda de los personajes que se reunían ahí, las anécdotas que contaban y los mitos que se perpetuaban. “Cuando cierran un bar en un pueblo es como si cerraran una biblioteca”, dice Franco, que hace años que vive en Córdoba. Aquí, con dos amigos, creó el ciclo de tevé “Los caminos del vermú” (que se emitió por el programa Más vale tarde, en Canal 10 y ahora puede verse por YouTube). Y con ese mismo ímpetu escribió ahora este libro.
El libro reúne cuentos de ficción, inspirados varios de ellos en los relatos que escuchó en los bares que recorrió de la provincia de Córdoba y Santa Fe. “Bares de gringos, en Río Segundo, Las Varillas, Villa del Rosario, Noetinger, Las Rosas, y otras localidades. Bares a los que los hombres van dos o tres veces por día”, añade Franco.
Esos lugares y las historias escuchadas allí son las fuentes que alimentaron los relatos del libro. “Siempre está presente la influencia de Roberto Fontanarrosa, que hizo la verdadera literatura en torno a estos lugares”, cuenta Franco. El prólogo de Cacho Buenaventura hace hincapié en que el humorista es un fiel parroquiano de el bar El Pelado, de Alta Córdoba, donde juega al billar. “Cacho es un testimonio viviente del culto a los bares y la amistad”, añade el autor.
Los relatos de Cuentos de bar y otras histerias varoniles se inspiran en ocasiones en casos reales, como el retiro espiritual que hacen unos hombres en Río Segundo una vez al año, cuando se van tres días a comer, tomar y jugar a las cartas. También hay cuentos de fútbol y “otras pasiones masculinas”. Otras historias salieron de Colonia Caroya, un punto fuerte en el mapa de abres tradicionales.
Así, el libro de Franco Colamarino intenta dejar un rastro escrito de lugares como el bar Royal, el boliche de Santiago, y tantos bares tradicionales que cerraron sus puertas.