A raíz de un problema entre socios, y la postura del dueño del restaurante que quiere otorgarle un nuevo destino al local, el clásico “Palacio de la Papa Frita” podría cerrar sus puertas y afectar la fuente laboral de los 51 empleados que trabajan en el lugar. Figuras del espectáculo, el deporte y la política se unieron a la movilización para impedir el desalojo.
El pasado 9 de abril, el vicepresidente primero de la Legislatura porteña, Cristian Ritondo (Pro) había presentado un proyecto para que “el Poder Ejecutivo, a través de la Dirección General de Patrimonio, declare al denominado “Palacio de la Papa Frita” como Bar Notable de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”. Actualmente el expediente se encuentra en la Comisión de Cultura y aguarda por su pronto tratamiento en el recinto.
En los fundamentos de la iniciativa, Ritondo expresó que “El Palacio de la Papa Frita sigue siendo el lugar de referencia de la gran familia argentina, y jamás perdió sus clásicos encantos, supo ser un lugar obligado para el turismo y junto al tango, el Obelisco y el Luna Park, durante seis décadas era el emblema de nuestro Buenos Aires”.
En la misma línea, y ante la situación que se desató en las últimas horas, el diputado Maximiliano Ferraro (CC-ARI) presentó este martes otro proyecto de ley similar para incorporar como Bar Notable -en los términos de la Ley 35/98- al restaurante.
“Ante el posible cierre de este restaurante, un ícono y símbolo de nuestra cultura típica de la zona de teatros y cines de Buenos Aires, que dejaría a 51 familias en la calle, solicitamos al Poder Ejecutivo de nuestra ciudad que El Palacio de la Papa Frita pase a integrar la nómina de los Bares Notables de Buenos Aires”, pidió Ferraro.
Y agregó que “hace más de medio siglo El Palacio de la Papa Frita es un clásico de la Ciudad. Fue pionero en su estirpe gastronómica, ofreciendo en su menú la mayor variedad de papas fritas de Buenos Aires. Esto, sumado a su ubicación estratégica, en el corazón de la Ciudad, lo convirtió rápidamente en un punto de encuentro de los porteños”.
El Palacio de la Papa Frita inauguró en 1952 y cuenta actualmente con otras tres sedes: una en la Costanera, avenida Rafael Obligado 6710; otra en Barrio Norte, Laprida 1339 y una tercera, en el Microcentro, Lavalle 735. Es un lugar típico donde los elencos de las obras de teatro de la calle Corrientes eligen para comer milanesas con papas soufflé, el plato característico del restaurante.