Renacimiento de La Habana II

Para nadie es un secreto que Cuba viene mostrando al mundo una mejor cara, un acentuado florecimiento comercial y estético a medida que se va abriendo a nuevas formas de la economía.

En pocos años, la isla ha logrado renacer de sus cenizas de mano de los emprendedores particulares o cuentapropistas y acercar más al cubano de a pie la cultura culinaria más exquisita.

A continuación, compartimos con los lectores de Cibercuba una lista de algunos de los espacios particulares más atractivos en las noches habaneras y de obligada asistencia si de visitar la isla se trata.

Para salir a bailar:

Esencia Habana: Este bar es una suerte de montaña rusa para los sentidos, en él confluyen espacios diseñados lo mismo para bailar, beber, compartir con amigos o disfrutar de un platillo gourmet. Ambientada en una casa colonial de dos plantas, Esencia armoniza una decoración moderna con artefactos de los años 40 y 50. Es un sitio ideal para amantes de los géneros musicales contemporáneos (reguetón, salsa, hip hop)

Corner Café: El Corner es un espacio íntimo pensado para disfrutar de una agrupación en vivo, con cómodos asientos acolchonados alrededor del escenario. Por lo general se presentan grupos de jazz, RB y música alternativa. Tal es el caso de Luna Manzanares, Los Boys e Interactivo.

Sarao´s Bar: El Sarao es una gran disco con un diseño arquitectónico minimalista, cúbico y muy moderno, en la fachada priman los cristales y unas largas paredes blancas. Es uno de los bares más caros de la capital por lo que las personas suelen asistir bien engalanadas.

En Sarao se presentan agrupaciones de pequeño formato o músicos en solitario. Recientemente, este bar fue el lugar escogido por los raperos estadounidenses Usher y Ludacris en su paso por La Habana.

King Bar: Con un sugerente nombre, este es un lugar que se distingue por mezclar un espacio abierto para parrilladas y cenas en grupo con una disco climatizada que ofrece excelentes servicios de coctelería. También se presentan agrupaciones en vivo, aunque de la tendencia pop y reguetón. Es uno de los lugares con mayor afluencia de la comunidad gay habanera.

Para salir con amigos:

Fábrica de Arte Cubano: Erigida de los restos de una vieja fábrica de aceite, la FAC es, sin dudas, uno de los mejores espacios para compartir con amistades y socializar. Cuenta con galerías de arte y otras salas expositivas, cine, dos espacios para conciertos, cafeterías y bares. Disímiles artistas de talla internacional han pasado ya por sus escenarios o como espectadores, el caso más reciente fue Mick Jagger, cantante de los Rolling Stones.

Café Galería Mama Inés: El “mamainé”, como le llaman, es una casa de puntal alto con portal y barbacoa de madera poco trabajada. Los rasgos más distintivos que ostenta son las paredes repletas de pinturas y fotografías a la venta y las decoraciones con elementos rústicos reutilizados, como troncos de árboles, botellas, rejas y lámparas antiguas. Es un lugar íntimo y a la vez diseñado para compartir con un grupo de amigos después de un largo día de trabajo.

Bar Espacios: Este bar, como su nombre lo indica, posee diferentes espacios que solían ser salas amplias o patios de la casa original. En esos reservados no falta la música y la atención personalizada. Ideal para reunirse con viejos amigos o celebrar cumpleaños.

Café Presidente: Este rinconcito del Vedado es una gran pecera. Consiste en un gran portal cerrado con altos cristales que permiten presenciar la dinámica de una de las calles más transitadas de La Habana, la Avenida de los Presidentes.

Para llevar a tu pareja:

Flauta Mágica: o The Magic Flute, es un lugar perfecto para una conquista amorosa. Las mesas, de dos sillas, están situadas junto a una pequeña piscina adornada con lámparas de papel. Si creen que esto no es suficiente, añadimos el detalle final: se encuentra en un décimo piso frente al Malecón habanero.

El Litoral: También a la orilla del malecón, desde este restaurante se pueden observar con lujo de detalles los atardeceres más estremecedores de La Habana. La tranquilidad y la brisa marina son algunas de las tantas ventajas que guarda a su favor.

Madrigal: Este es un guiño al cine cubano, en específico a la película homónima de Fernando Pérez. Está decorado con obras de arte, y artefactos electrónicos de los años 50, o sea, la mesa donde apoyes el mojito puede ser perfectamente un televisor americano de varias décadas atrás.

Café Fortuna: Fortuna también es una delicia para los sentidos, sobre todo el de la vista.

Está decorado con elementos anacrónicos e incongruentes con el lugar, pero con las mejores intenciones. De esa forma, cuando entras al Café te puedes tropezar con un bote de madera, un carruaje, una bañadera o un auto antiguo.

Para comer en familia:

La Catedral: Este es uno de esos típicos lugares que preferimos ir con los padres, hermanos, primos y abuelos porque combinan los bajos precios con un alto estándar de calidad (y cantidad) en la comida y atención al cliente.

La Guarida: Situada en La Habana Vieja, La Guarida además de ser histórico, pues fue el lugar elegido por Titón para filmar Fresa y Chocolate, defiende la tradición y los sabores de la cocina cubana de todos los tiempos. Allí también se llegaron en su reciente visita a Cuba, la cantante Beyoncé y el humorista estadounidense Connan O´Brien.

La Paila: basada en la popular Fonda cubana de hace décadas atrás, La Paila es recatada en la diversidad de los platillos, pero no necesita más. Kilos de carne, pescados y vegetales a la parrilla, se pueden ordenar por un precio bastante económico. El lugar está decorado como un ranchón guajiro: mazos de plátanos y cubetas de aluminio cuelgan de las paredes, los vasos suelen ser antiguas botellas de Havana Club cortadas a la mitad.

El Burrito Habanero: Este es ideal si tu bolsillo no admite tanto gasto y te coge el horario de almuerzo en la calle con el familión a cuestas. El Burrito se especializa en comida mexicana con algunas adaptaciones a la cubana, o sea, chimichangas, chilaquiles, tacos, arroces, frijoles, etc. Todo en una excelente relación precio-cantidad-calidad.

Comida exótica y/o internacional:

Topoly: Es la cultura iraní en su máxima expresión, desde el nombre de los platillos, la música incidental, hasta la irrupción de bailarinas en plena velada, son elementos que logran trasladar al comensal hacia la lejana región árabe en una noche.

Pp’s Teppanyaki: uno de los poquísimos lugares en donde se prepara sushi y otros platillos japoneses en Cuba. Ágiles chefs pueden interactuar con los clientes si estos lo desean, mezclando algo de malabarismo con perfección en la presentación del plato.

El Cocinero: Aunque no se distingue por inclinarse hacia una cultura específica, El Cocinero es uno de los pocos restaurantes en donde el menú se aleja bastante de la “comida criolla” tradicional. Cuenta con una amplia diversidad de platos originales de varios países.

También, está ambientado a partir de los restos de un almacén antiguo, al aire libre y colindante con la FAC.

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