** Un Juez acaba de sentenciar a 60 años a dos, como responsables de los homicidios.

** El funesto crimen ocupó los titulares locales y nacionales, pues fue la gota que derramó el vaso por la cadena de desapariciones y asesinatos en el drive inn.

** Desde el 2010, dos parejas desaparecieron y no han sido encontradas, un jefe policiaco fue asesinado y los cuatro guardias de seguridad.

** Los asesinos materiales e intelectuales son a su vez parte de los tristemente célebres hechos en el Bar Colorado, y “El Wiked”, sentenciado por ser el asesino material de Marisela Escobedo.

La Crónica de Chihuahua

20 de septiembre de 2014

Chihuahua, Chih.- El viernes, dos personas fueron señaladas por un Juez Oral como culpables de haber asesinado a cuatro en agosto del 2011, los cuatro guardias de seguridad del conocido drive inn “La Cervecería”, que la noche del lunes 15 de agosto morían por disparos a quemarropa.

En un Chihuahua convulso, el caso ocupó por semanas los titulares locales y nacionales, pues fue “la gota que derramó el vaso” de una cadena de desapariciones y asesinatos, en medio de acusaciones de la vox pópuli, de que el lugar era el centro de operaciones de una peligrosa agrupación criminal.

Esa noche, cuatro empleados de seguridad del drive inn fueron asesinados por un grupo de hombres desde una camioneta en movimiento: las víctimas eran Gerardo Salvador Nava Aguirre, Rubén Nahúm Chacón García, Guadalupe Javier de la Cruz Hinojos y Stephanie Guadalupe Félix.

Hechos y rumores

Este caso es tristemente célebre por ser el que puso final a una serie de desapariciones y asesinatos, que al igual que este, ocuparon los titulares locales y nacionales, incluso internacionales, desde el 2010. El primero es la desaparición de la joven Pamela Leticia Holguín y su pareja, un ex militar, el 25 de julio del 2010; ella era mesera del lugar, y cuatro años después no ha sido encontrada, así como se ignora si su acompañante está vivo o también sigue desaparecido, era elemento de la V Zona Militar y han pasado 3 comandantes de esta, pero nunca han hablado sobre el tema.

Los hechos como ocurrieron involucran también a integrantes de la Procuraduría General de Justicia de Chihuahua – hoy Fiscalía General -, a los que los cercanos a la joven han acusado de llevarse contra su voluntad a ambos; extrañas cosas se declararon en torno al caso, como un enfrentamiento entre militares y policías, y la desaparición de evidencia que lo comprobara porque los videos de seguridad pública de la avenida Pacheco, el lugar a pocas cuadras del drive inn donde ocurrió todo, desaparecieron.

Un mes y medio después, otra pareja también desaparecía; Gabriela Chávez y su novio Emmanuel Hernández fueron vistos por última vez en ese drive inn, después de eso no se ha sabido nada de ellos, también hechos extraños rodean este crimen, como el hallazgo del vehículo en que viajaban calcinado, la confesión de un hombre del lugar donde habían sido asesinados, que luego resultó falsa de acuerdo con la Procuraduría General.

El rumor entre la gente de la ciudad de Chihuahua era que un grupo criminal estaba detrás de las desapariciones porque apuntaban a que el sitio era lugar frecuentado o donde operaban. Simplemente quedaron en rumores, pero la sospecha de la gente aumentó cuando el sábado 13 de agosto del 2011 fue asesinado mientras departía en el lugar un agente de la Policía Estatal, se trataba del comandante de la Unidad de Robo de Vehículos Jorge Javier Martell Sáenz, y las consignas de que cerraran el lugar, principalmente por los padres de los jóvenes que acudían a La Cervecería y comerciantes de la zona, fueron la petición en cada periódico, estación de radio y televisión locales, cuando asesinaron a los cuatro guardias dos días después.

Funestas conexiones

El drive inn se mantuvo abierto después de que la cervecera y los dueños de la franquicia del lugar negociaran con el gobierno estatal tras cumplir una serie de medidas de seguridad, pero la etiqueta de funesto, de tristemente célebre a este caso por cómo es recordado por la gente de la ciudad de Chihuahua, no se queda en la cadena de hechos que lo precedieron, en la imagen violenta del homicidio múltiple que dejó, no, no se queda ahí, continúa con la relación de los asesinos materiales e intelectuales con dos crímenes tan violentos e indignantes como estos, en una guía de tiempo similar, en los años 2010 y 2012: el multihomicidio del bar El Colorado en el 2012, y el asesinato de Marisela Escobedo Ortiz.

Los encontrados como penalmente responsables de los homicidios de los guardias de seguridad son Jesús Omar Granados Palma y José Arturo Barrón Rodríguez, sentenciados a 60 años en prisión en procedimiento especial abreviado con número de carpeta 11893/2011, en el que el Ministerio Público (MP) de la Unidad de Delitos contra la Vida demostró ante el Juez Oral, que Granados Palma iba en la camioneta de la que se disparó, una Journey marca Dodge, junto con otras personas.

Barrón Rodríguez fue el que, de acuerdo con el MP, vigiló para avisarles si había policías en la zona. El primero fue detenido el 2 de septiembre del 2011, poco más de dos semanas después de que ocurriera el crimen, en los límites de la ciudad de Chihuahua, a la altura del kilómetro 3 de la carretera a la ciudad inmediata de Aldama, huía junto con Cristian Fabián Hernández Pasos después de haber robado un coche con violencia cerca de esa zona, en la colonia Palestina.

Y el segundo fue detenido 1 año y casi 5 meses después el 31 de enero del 2013, también en esta ciudad en la vialidad Ch-P y la calle Esmeralda de la colonia La Joya. Barrón es el que extiende la negra historia que rodea a ese múltiple homicidio, porque ya purga una condena de por vida – el estado de Chihuahua es uno de los 5 estados de México que aplica la prisión vitalicia – por otro múltiple homicidio, el de 15 personas en el bar El Colorado de la colonia Granjas también en esta ciudad, el 22 de abril del 2012.

Barrón liga también esta historia a otro asesino funesto de la historia de Chihuahua, el que le ordenó que vigilara afuera de La Cervecería y el que junto con él asesinó a las 15 personas del bar El Colorado, José Enrique Jiménez Zavala, detenido antes, el 7 de octubre del 2012 junto con otro sentenciado por el asesinato del bar, Luis Alberto Camacho.

Jiménez Zavala no es otro que el mejor conocido como “El Wiked”, el que confesó ser el asesino de Marisela Escobedo, junto con los también múltiples homicidios en un salón ejidal en Creel, Bocoyna y en el fraccionamiento Villas de Salvarcar en Ciudad Juárez, de los crímenes más emblemáticos, por su violencia y significado – eran gente sin nexos criminales, jóvenes, estudiantes y la madre de una víctima de feminicidio -, del estado de Chihuahua.

Tanto Barrón como Jiménez Zavala, señalados por las autoridades locales como integrantes de la agrupación delictiva La Línea, el brazo armado del Cártel de Juárez, la que han mencionado como involucrada en los casos que precedieron y siguieron al homicidio de cuatro guardias en el drive inn La Cervecería, y en este. A 4 años de distancia de que el primero ocurriera, la Fiscalía General señala que la incidencia delictiva de crímenes graves ha bajado, que no son ya los mismos tiempos.

Desapariciones sin respuesta, asesinatos en un drive inn, en un bar, una plaza pública; un asesino que hoy se dice reformado y que da conferencias en penales a estudiantes de preparatoria y secundaria aleccionándolos de que el crimen no paga, si lo hace, lo hace con cárcel.

¿Aquí termina la negra historia?, o algunas de ellas, y quedan en un tenso suspenso las otras, las desapariciones, el asesinato de una madre clamando justicia… porque al igual que entonces las sospechas siguen, ahora la gente se quedó con otra idea, la misma que el hijo de Marisela Escobedo, que a “El Wiked” se le señalan demasiados crímenes, que no es el asesino de la madre-activista, que unas historias negras terminan, pero otras continúan.

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