I. MONTES
La Guardia Civil de Salinas investiga un robo perpetrado por unos desconocidos en la terraza de un bar de Salinas cuyo botín consistió en 24 sillas de aluminio. El robo se realizó entre la una de la madrugada del miércoles, hora en la que se cerró el local ubicado en la calle Bernardo Álvarez Galán, y las diez de la mañana de ayer jueves, cuando se volvió a abrir.
Las sillas estaban en el exterior del local con una cadena de seguridad. Los cacos dejaron las mesas que también estaba apiladas al lado de las sillas. El restaurante afectado, “El Cortijo”, se encuentra frente a la iglesia de Salinas, en una zona de poco tránsito fuera de la temporada estival y mal alumbrada, pese a ser una calle céntrica.
“Nunca hemos tenido problemas, las mesas y las sillas quedan fuera con una cadena de seguridad. Nunca hemos tenido ningún robo: incluso durante el verano dejamos las ventanas abiertas”, señaló el propietario del restaurante, Diego Fernández Sela.
El lote de sillas de aluminio tenía un peso considerable por lo que el ladrón o ladrones, tuvieron que introducirlas en una furgoneta grande o incluso en un camión. y sin hacer demasiado ruido ya que el restaurante está rodeado de viviendas unifamiliares.
Poca luz
El local de Salinas abrió ayer sus puertas con terraza incluida con algunas de las sillas que estaban almacenadas dentro del local y con las mesas que los cacos dejaron en la acera.
Los vecinos del concejo sostienen que en las últimas semanas se han incrementado los robos en los locales de hostelería o relacionados con los mismos. Las sillas de las terrazas, sobre todo las de aluminio las roban para venderlas al peso, como suele ocurrir con otros elementos de las vías públicas, como las tapas de alcantarilla.
“El escaso personal de la Policía Local, que solo tiene una patrulla por la noche para todo el concejo, y el cada vez más escaso alumbrado público pueden ser algunas de las causas que animan a los cacos. Salinas tiene poca luz y llevamos años denunciándolo, pero nadie hace caso”, manifestó ayer un vecino.
“La falta de alumbrado público es también un problema para los viandantes, sobre todo para los mayores. Además, los árboles también quitan eficacia a las farolas y en Salinas todavía no ha comenzado la poda. Llegará, como otros años en diciembre. El alumbrado público no es un lujo es una necesidad y también una medida de seguridad”, explicó una residente.