SAN FRANCISCO, EU.- Comprar un reloj que en su versión más exclusiva vale tanto como un automóvil, entre 10 mil y 17 mil dólares, no es un hecho común.
Apple, cuyo cuidado por los detalles es parte de su sello, prepara la experiencia de compra de su nuevo hito, el Apple Watch.
El 10 de abril será el primer contacto del público con el reloj, pero no podrán entrar y tomarlo en sus manos como sucede con el resto de productos.
Será necesario contar con una cita previa, algo similar a lo que sucede con la Genius Bar, como denominan a su zona de reparaciones y resolución de dudas, cuya duración será de 15 minutos.
Los planes de Apple ya se vislumbran en algunas tiendas, como la de Cupertino, así como las de Los Ángeles, Austin y Atlanta.
Las mesas contarán con al menos diez puestos para atender a clientes y probar los modelos. También, como sucede cuando se compra un iPhone, el personal ayudará a salir con el reloj configurado y funcionando conectado con el smartphone de Apple.
Se ha pedido a varios empleados que refuercen sus conocimientos la noche del 9 al 10, antes de que se abran las puertas.
Una vez tomada la decisión de compra, los clientes tendrán una cita para la prueba final y podrán recoger su compra a partir del 24 de abril, el día que, oficialmente, sale a la venta el reloj.
Aunque no será necesario haber tenido la cita previa, sí es una vía recomendable para asegurarse de tenerlo el primer día. Como ya sucede con las reparaciones, dejarán espacios de tiempo sin reservar para aquellos que entren en la tienda de forma espontánea.
La personalización será tan extrema que las tiendas contarán con cuatro zonas. Primero, una estación de prueba en la que se decidirá si se quiere el modelo deportivo, de aluminio, o el de acero.
La siguiente fase se divide en dos: una para los que saben qué tamaño de reloj y tipo de correa desean, y otra para los que no. Habrá un tercer grupo dedicado a la resolución de dudas generales. El cuarto será para los clientes que deseen hacerse con la versión dorada, cuyas unidades serán escasas y se venderán, en su mayoría, por encargo.
No todas las tiendas contarán con la versión de lujo de los relojes, pero sí se quiere garantizar que, como mínimo, habrá dos especialistas por comercio en todos los países en que sale a la venta en esta primera fase.
Uno de los requisitos para poder usar el reloj de Apple es contar con un iPhone. Un impedimento que la firma de Tim Cook quiere convertir en fortaleza y dar un nuevo empujón a las ventas de su teléfono.
A partir de esta semana planean un programa de descuento a cambio de dejar el modelo anterior para incentivar a que los clientes de Android se pasen a la empresa de la manzana.