Un hombre que era buscado como sospechoso de un crimen ocurrido hace tres meses, en una parrilla del barrio porteño de San Telmo, fue detenido ayer tras esconderse de la policía en un bar de la zona. Allí tomó como escudo humano a un cocinero y se arrojó al vacío desde una terraza para escapar. El delincuente, de 30 años e identificado como “El Boli”, se fracturó un tobillo en la caída y tuvo que ser hospitalizado.

Todo ocurrió cerca de las 15.30, cuando “El Boli” fue visto por una brigada de la División Homicidios de la Policía Federal en Paseo Colón y Humberto Primo. Los policías empezaron a correrlo y el hombre logró refugiarse en un bar de Humberto Primo al 200. Enseguida entró a la cocina, agarró un cuchillo y obligó a un empleado a que lo llevara a la terraza. De ahí se tiró y, luego de la caída, fue detenido por los agentes.