“La red es un mundo real presentado como un mundo virtual sin peligros”, asegura el agente del Grupo de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil
MARÍA ANDREU | valencia
Ángel Pablo Avilés es quizás una de las personas que más conoce los riesgo de internet para los menores. Miembro del Grupo de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil, asegura que internet «es el mundo real presentado en un mundo virtual» en el que nuestros datos navegan a la velocidad de la luz y se multiplican sin control. Este experto telemático insiste en la necesidad del control parental para proteger la actividad del menor en la red.
En alguna ocasión usted ha dicho que internet es el mundo real presentado en un mundo virtual. ¿A qué se refiere con esta afirmación?
Quiere decir que todo lo que sucede en internet trasciende, para lo bueno y para lo malo. Creemos que somos anónimos en internet y que cuando cerramos el ordenador todo se queda ahí, pero no hay nada más lejos de la realidad, todo traspasa esas pantallas, esos teléfonos inteligentes y esas tabletas. Hay cosas que el niño no ve en el mundo real y a las que sí que tiene acceso en el mundo virtual.
¿Son los padres realmente conscientes de los riesgos que entraña internet para sus hijos?
A un niño de diez años no lo dejamos sólo en un parque o en un bar, sin embargo, sí que lo dejamos solo ante un ordenador. Creemos que cuando nuestro hijo está en su habitación mientras vemos una película, está fuera de peligro, cuando en realidad puede tener acceso a desconocidos o a contenidos inapropiados para su edad. La clave está en educar. Igual que le decimos a un niño que no coja caramelos de un desconocido, hay que decirle que no debe comunicar con ellos a través de la red.
¿La clave pasa, además de por educar, por ejercer un mayor control sobre el menor cuando este se conecta a la red?
Como ya he dicho hay que educar, pero también debe haber un control parental. Debemos saber que cuando un niño está viendo Bob Esponja puede tener tras él a un ciberdepredador que no va a buscar a un niño a un chat de pedófilos, va a ir dónde sabe que hay un menor. También pueden acceder a páginas con contenidos como problemas con la alimentación, por ejemplo. Desde su habitación y sin que lo sepamos, le están explicando cómo ocultar una anorexia o una bulimia o animándole a participar en concursos a ver quién pierde más peso en poco tiempo. Y eso los padres no lo ven porque lo camuflan.
¿Desde su unidad se puede intervenir en los ordenadores de los niños para atajar estos ciberdelitos?
Nosotros no tenemos acceso. La gente se piensa que nosotros podemos intervenir, pero la realidad es que sólo por mandato judicial puede haber una intervención policial. Son los padres quienes tienen la responsabilidad de vigilar.
¿El acceso masivo a las nuevas tecnologías por parte de los menores está derivando en un nuevo modo de acoso escolar?
El acoso escolar puede pasar tanto en horario escolar, si el niño se mete en el aseo a mandar mensajes, como extraescolar. Esos insultos a un determinado niño no se quedan en el centro escolar, porque van a una red social con acceso a mucha gente. Ese es el problema y los críos que sufren ese acoso se bloquean y no saben defenderse, cuando en estos casos deben denunciar la situación a sus padres, amigos o educadores que deben ponerlo en conocimiento de la Policía Nacional o la Guardia Civil. Hay que denunciar siempre.
¿Cree que sería aconsejable retrasar la edad en que los niños acceden a un teléfono inteligente o una tableta?
Hay niños con móvil con internet a los diez años y yo pregunto: ¿A esa edad le dejas cruzar solo la ciudad? Para que a un niño le dejes que camine solo, previamente le tienes que haber educado, haberle explicado los peligros de hablar con desconocidos… Pues en internet pasa lo mismo. Nos encontramos con un gran problema como es la brecha digital. Estamos creando huérfanos digitales. Damos a nuestros hijos lo último en tecnología y no nos damos cuenta de que les estamos dejando la puerta abierta aunque estén en casa. Los estamos echando de casa.