Después de pasar una tarde conversando en la barra de un bar con César Chirinos tengo ahora la completa seguridad de saber la respuesta cuando alguno de mis nietos me pregunte ¿abuelo, cómo son los poetas?
Con César la voz tiene fuerza en lo sutil. Ese descanso de las palabras. Sin prisa, sin apuros. Cada recuerdo en la esquina bajo el toldo. La ciudad recalentada espera por la tarde para bañarse. Me ha regocijado verle después de tanto tiempo. Cerca de llegar a los 80 años debe agradecérsele por la responsabilidad de cuidarse. Le veo más alto porque está delgado. Le siento en paz. Me retumba esa frase que ha tomado como paradigma del viejo Sócrates: “conócete a ti mismo”. Pasamos por la Plaza Bolívar, seguimos hacia el malecón, allí donde estaba antes el Puerto, ese lugar donde La Libertador se da la mano con El Milagro. ¿Dónde quedaba el Bar Bahía?, pregunto. “Por allí”, señala, es nostálgico ese “por allí”. Bajamos antes de Secretaría de Cultura. Los dos recordamos que en ese lugar el poeta Atilio Story se metió fuego. Estamos en Santa Lucia, sus calles parecen tenderse, doblarse a medida que hablamos, según se nos acerca la memoria. “A que Luis” estaba cerrado. Donde Diego las sillas en la barra, el fresco, las cervezas heladas nos esperaban. Nadie al comienzo, luego, cada invitado invocado se hacía presente. César conoció a Tintán y a Cantinflas, poetas, escritores. Se siente agradecido-descubierto por Juan Calzadilla en su crítica “César Chirinos deja de narrar para convertir su texto en objeto de poesía”. Entra por la puerta donde el sol despide el día, Emerio Darío Lunar, sonreímos. “Una vez en Caracas un amigo le encontró tomando en un bar y le dijo ′tú qué haces aquí si estás exponiendo′, Emerio, responde ´se están exponiendo mis cuadros, yo no´. Carcajadas. Durán, entonces, se queda encerrado con la luz apagada: ¿qué hacéis ahí, vamos a beber?, le dicen. ´ya va que quiero ver cómo se ven mis pinturas con la luz apagada.
De dos en dos dejamos las botellitas de Regional Ligh en una hilera, en un órden que se nos hace sabido, simple, tanto como se acomodan los soldados en los desfiles. Mao llamado por César. ´La Coca Cola es motivo de odio, el camarada levanta la mano para estrellar la botella. Mao le dice ´no rompa la botellita, compañero, bote el líquido pero en la botellita echemos nuestros líquidos´. La radio debió llegar después que la televisión, dice. Como hombre de teatro taladra la mala televisión, sus vicios, su vanalidad, su superficialidad… nos gusta lo fácil. La radio es más. La radio permite pensar, obliga a imaginar. La radio debió llegar después para así tener un mejor sitio.
Nos miran desde la pared aquellos gaiteros de Cardenales del Éxito. Gabriela Mistral se ganó el Nobel. El novio campesino murió. Ella siguió siendo maestra de escuela. Neruda y Octavio Paz querían el premio, Borges quería ese premio. Siempre decía que no lo quería, pero, era quien más lo buscaba.
Unas voces dejan de ser amigables. Cuestionan el homenaje de la Filven 2014. Hay tanto odio. Mi oído escucha mejor después de las primeras 6. El poeta llama a la mesa a Mark Twain . Elogia su humor. ´Una vez fue a una conferencia de un amigo, como estaba en primera fila el amigo le preguntó que por qué no le había prestado atención a su conferencia. Twain le dijo ´todo eso te lo copiaste de un libro. No para nada, le respondió. Mañana te traigo el libro del que te copiaste, dijo Twain. Al otro día le entregó un diccionario. Risas. Lewis Carroll en su Alicia en el país de las maravillas es una genialidad. Camilo José Cela en La familia de Pascual Duarte te la recomiendo. Espero sus silencios. En veces le dejo meditar como intuyendo que dirá algo más y estoy en lo cierto, también, hago un comentario, pregunto ansioso de viajar al “conócete a ti mismo”. Se preocupa porque en la Cinemateca que ahora está por Pomona las películas clásicas se están oxidando. ´En el Baralt ahora se la pasan dando conferencias. ¡Que pasen películas!. Es casi una súplica. En la siguiente ronda viajamos a Vietnan. Hồ Chí Minh vence al imperio con armas no convencionales: avispas que solamente picaban a los gringos y prostitutas bellas infectadas de venéreas. Reímos. Vamos al pictorisismo: ´no le veo nada a vestirse con la bandera, creo que casi todas las banderas son feas´. Hay cosas más importantes.
– ¿Poeta hacia dónde va todo esto?
– Yo no lo sé, yo solo sé que me dieron ganas de orinar… voy a mear.
Un chico hace énfasis en su acento andino para vender una unción mágica. Es un bla bla ensayado, una puesta en escena. Le habla alto a la señora que atiende la barra pensando en llamar la atención de los presentes. Ni César, ni yo mordemos el anzuelo. No vamos a gastar dinero en ungüentos para el cuerpo si las friias nos están masajeando el alma.
De la causa casual y en la causa casual estuvimos ocupados un buen rato. Allí el poeta era en si mismo poesía. Tiene muchísima razón Calzadilla. A mi me gusta la poesía de César David, de Hesnor Rivera, de Caupolican, de Palomares…pero de todos prefiero a Ludovico Silva. ´A mi me gusta la de Juan Calzadilla´, agrega meditoso ‘Hesnor es muy buen poeta’.
Un recuerdo punza un costado. ‘El hermano de un rector encargado de la imprensa me paró un libro. Una vaina ahí con el apellido de Jesús Enrique Losada…que si con dobl s o con una sola. ‘ Mi mujer es Lossada, así con doble s. Ese hermano del rector mandaba más que el rector.´
Algunas causas casuales: ´son las 6 y tantas, van para las 7 am. Camino al mercado Las Pulgas. Una mujer hermosa camina atareada. Se detiene al lado de un carro que está estacionado para pintarse los labios mirándose en el espejo retrovisor. Yo viéndola. Los demás, todos la vimos´ Es una imagen preciosa. Un cuento. ´Aja, mi hijo Álvaro me hace bromas porque miro la foto de una carretera y le digo que ha llovido. Me dice ´papá es el espejismo, es el espejismo, Josué´ Es poesía, lo siento plenamente. ´No tengo Facebook, ni Twitter´. Ellos se lo pierden, pienso.
Ha estado en México. Me ha dado una colita por los puertos Caribes: Maracaibo, La Habana, Veracruz. Le han saludado los + músculo. He recordado ese micro cuento suyo ´yo creía que las personas nacían con los tatuajes como uno nace con lunares´. La noche se nos mete por la puerta. Santa Lucía tiene un sonido para cada hora. De haber sido viernes con EL POETA hubiese recibido el amanecer. Una del estribo para llevar. ´Sabéis que Luis Aparicio y Felipe Pirela nacieron uno al lado del otro y no lo sabían. Ese cuento lo escribí.
La causa casual, el oído afinado como herencia africana y la vista, el ojo que es Caribe, la impronta… el pincel en la palabra, la palabra en el pincel… César Chirinos deja de narrar para convertir su texto en objeto de poesía, eso lo dice Calzadilla, eso le ha gustado leer de él. Nos hemos despedido con un ´pronto nos bemos´ con esa b de beber. Va a cumplir 80 años y he tenido el honor, el gozo de compartir unas horas con él, César Chirinos quien ha despejado todas mis dudas de cómo son los poetas.
Josué Carrillo
Open all references in tabs: [1 – 7]