Más información en la edición de mañana: ‘Los casinos son un cáncer para la sociedad, donde la gente no sólo pierde todo su patrimonio sino que además puede llegar a perder la vida por la desesperación. El ambiente del casino lo atrapa a uno desde la entrada, sus empleados lo hacen sentir a uno importante, lo invitan a ser soberbio, y si se acaba el dinero, siempre habrá en el lugar una persona que te preste para seguir jugando, a cambio de tus joyas e incluso la factura de tu vehículo’, señala Mildred, una jugadora compulsiva.