EFE, 21/01 16:36 CET
Un céntrico bar de Valencia se ha ganado un hueco entre los récord Guinness al acreditar que dispone de más de medio millar de ginebras, nacidas algunas de ellas en lugares recónditos o elaboradas hasta en bañeras, a temperaturas por debajo de los cero grados o incluso con virutas de oro de 24 quilates.EFE
Valencia, 21 ene (EFE).- Un céntrico bar de Valencia se ha ganado un hueco entre los récord Guinness al acreditar que dispone de más de medio millar de botellas de ginebra, algunas de ellas procedentes de lugares recónditos o elaboradas en bañeras, a temperaturas por debajo de los cero grados o incluso con virutas de oro de 24 quilates.
Sobre los estantes del Doce Gin Club, situado en la zona de Cánovas, descansan decenas y decenas de ginebras diferentes, que le han permitido entrar recientemente en el Libro Guinness de los Récords por tener a la venta el mayor número de variedades del mundo de este destilado.
“Primero empezamos con 112 marcas, luego 212 y así sucesivamente, siempre con el doce como número clave”, ha asegurado a Efe el propietario del local, Jorge Bataller, quien ha explicado que el reconocimiento les ha llegado con 450 marcas.
Ahora ya tienen 518 y tendrán que “alcanzar las 612 clases de ginebras” para seguir con la tradición del doce.
Todas estas bebidas están bajo el dominio del jefe de barra, Javier Borja quien, con más de cuatro décadas de dedicación a los cócteles, desgrana a EFE las cuatro grandes familias de ginebras: “Las aromatizadas con bayas de enebro; las secas, conocidas como gin; las London dry gin, que son las típicas que gustan al bebedor clásico de ginebra; y las gin destiladas”.
A partir de estas cuatro familias genéricas, las variedades se multiplican, pues como asevera Borja, “el abanico es tan amplio que ha hecho que el ‘gin tonic’ no sea una bebida, sino una multitud de bebidas distintas”.
Exclusivas variedades edición limitada de Bombay Saphire o Beefeater, que ya no se fabrican, así como la Ginself de Castellón, elaborada con chufa valenciana, o la Spirit of Hven, “única ginebra en la carta del Noma de Dinamarca, el mejor restaurante del mundo”, son algunas de las ginebras que se pueden degustar en el Doce.
Es por este motivo que Borja afirma que la ginebra “es un mundo enorme con una gran sofisticación de aromas y sabores para todos los gustos”, ya sean “jóvenes de 20 años o el típico hombretón”, y asegura que por lo general la gente que acude al local se deja aconsejar.
“Las posibilidades de la ginebra y el ‘gin tonic’ aseguran que el cliente quedará satisfecho, porque puedes ofrecer y recomendar prácticamente lo que quieras”, resalta el jefe de barra del Doce, quien también destaca que “la fiebre de la ginebra va a seguir porque cada vez se elaboran más y muy diferente”.
Para hacer un buen ‘gin tonic’, Borja subraya la importancia que tienen “desde la copa hasta el hielo”, y apostilla que la ginebra se debe echar “con un poco de altura para que se oxigene”, mientras que la tónica debe verterse “en la cuchara para que la burbuja no se rompa”.
En cuanto a la decoración, explica que el ‘gin tonic’ debe estar decorado “siempre y cuando esto no le quite matices a la ginebra”, y recuerda que para la dosificación “es importante que se elabore con cinco centilitros de ginebra por veinte de tónica”.
Para degustar estos cientos de destilados, los clientes del Doce Gin Club abonan una media de ocho euros por copa aunque el propietario avisa de que hay algunos ‘gin tonics’ más caros por el coste que acarrea importar alguna de las ginebras más exóticas.
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