Un accidente de circulación ocurrido a las cinco de la tarde de ayer en la avenida de Portugal, en O Grove, se saldó con dos vecinos de entre 30 y 40 años heridos, uno de ellos de gravedad. Estaban charlando tranquilamente a las puertas de un bar que suelen frecuentar cuando, de pronto, un vehículo de los que popularmente se conocen como “coches sin carné”, se salió de la calzada, invadió la acera y colisionó contra ellos, atrapándolos contra la pared y la acera.
El vehículo en cuestión tiene pequeñas dimensiones, por lo que quedó prácticamente encajado sobre la acera entre la pared del edificio y una farola del alumbrado público.
Uno de los clientes del bar atropellados contra la pared sufrió heridas leves y pudo ser atendido por los equipos médicos sin demasiadas complicaciones, pero el otro quedó atrapado casi debajo del coche.
El vehículo le aprisionaba las piernas con tal fuerza que según algunos testigos “le quedaron machacadas”, si bien los equipos de emergencias consultados indican que todo puede saldarse “con una pierna rota y mucho dolor, pero no parece que vaya a perderla y, desde luego, no se teme por su vida”.
Tras conocerse el accidente inmediatamente acudieron al lugar de los hechos efectivos del Servicio de Emergencias y Protección Civil de O Grove, al tiempo que se pedía la presencia de Bombeiros do Salnés tras constatarse que era preciso recurrir a los equipos de excarcelación para retirar el coche causando los menores daños posibles a la víctima más grave.
El suceso congregó a numerosos vecinos y curiosos, quienes por momentos llegaron a dificultar las tareas de rescate y entorpecieron la circulación.
Los testigos indican que el conductor del coche “declaró que había perdido el control del mismo por causas que desconoce, aunque cree que pudo rompérsele la dirección”.
Mientras la Guardia Civil trataba de regular el tráfico para evitar nuevos accidentes, después de que el lugar de los hechos se llenara de gente, algunos ciudadanos explicaban que “pudo haber ocurrido una verdadera desgracia, ya que tal y como se desarrollaron los acontecimientos pudo haber muerto cualquier persona”.
“Es increíble que puedas estar tomando algo a las puertas del bar, charlando con un amigo, o simplemente dando un paseo, y que de repente pueda atropellarte un coche que se sube a la acera”, lamentaba una mujer.
Los testigos también explican que el conductor del coche “no parecía presentar síntomas de embriaguez ni nada por el estilo y se quedó conmocionado por lo sucedido”.
Se trata de José Luis M.A., un ciudadano al parecer natural del sur de España, de unos sesenta años, que desde hace un tiempo reside en la villa grovense. Tras permanecer en el lugar mientras se desarrollaba el rescate, y al tiempo que se interesaba por el estado de salud de los heridos, el conductor fue requerido por las fuerzas de seguridad para practicarle la prueba de alcoholemia, en la que dio resultado negativo.
El alcalde de O Grove, Miguel Ángel Pérez, también se desplazó al lugar de los hechos para interesarse por el estado de las víctimas. Lamentó profundamente lo sucedido y mostró sus deseos de que los dos vecinos heridos se recuperen cuanto antes.