Con una variada propuesta gastronómica para cada día, Mola Bar Restó muestra un estilo cálido y agradable para el público de todas las edades. Ubicado en 9 de Julio y Chacabuco, la actividad cultural también comienza a ganar terreno en el lugar
Estratégicamente ubicado en el centro de Bernal, pero “a un costado del barullo” como definen sus propios dueños, Mola Bar Restó se erige como un espacio con un nuevo concepto para disfrutar de un agradable momento al mediodía, por las tardes o también por las noches.
La iniciativa de Andrés Martín Sourigues junto a Roger Zago y Andrés Risso, comenzó a capitalizarse un año atrás en la esquina de 9 de Julio Nº 404 y Chacabuco. Un proyecto de un grupo de amigos “que se inició con mucho sacrificio para poder lograr lo que es hoy el lugar. Intentamos formar un lugar a gusto de todos y en el espacio se ven reflejados nuestros gustos”, sostiene Risso en diálogo con Diario EL SOL.
Por el lado de lo gastronómico, la oferta es muy variada y para todos los gustos dependiendo el momento del día. Por ejemplo, para la tarde “ofrecemos meriendas, tapeos, cervezas tiradas que próximamente estarán disponibles, servicio de cafetería y obviamente cosas dulces”, indica, al tiempo que agrega: “para la noche al momento de la cena existen propuestas como bondiola braseada con reducción de cebollas en malbec, salmón grillado gratinado con semillas de sésamo y papas rústicas o verduras”.
Claro está que las pastas, las cazuelas, las ensaladas, también son parte de las opciones siempre disponibles.
Lo interesante de todo esto es que además de los platos principales, las “vedettes” de Mola Bar Restó son las canastas para compartir, pensadas con la intención de simplificar el menú y los costos. En este sentido, el cliente puede pedir una canasta de pollo crispy, bastones de lomo, de salmón, etc.
El día dedicado a la familia por excelencia, el domingo, también tiene su lugar en Mola: “abrimos al mediodía y en el almuerzo de todos los domingos hay siempre una propuesta diferente para la familia, que no está en la carta”, dice Risso.
Por último, fuera del aspecto gastronómico, la intención de los dueños pasa porque la esquina de 9 de Julio y Chacabuco se convierta progresivamente en un lugar artístico, con lugar para la música y otras disciplinas como la pintura o fotografía. Fiel reflejo de ello son los shows acústicos que se vienen desarrollando los domingos o el ciclo de tango fusión que muy pronto dará inicio los martes o miércoles.
Mola Bar Restó está abierto de martes a sábado desde las 16 hasta el cierre y los domingos desde las 11 hasta las 19.
redaccion@elsolquilmes.com.ar
Andrés Alcaraz