El humo cedió el lugar a las burbujas, y lo que hasta hace poco era el cigar bar del Alvear Palace Hotel abrió días atrás sus puertas renovado bajo la forma de un champagne bar, con una seductora y exclusiva propuesta en la que se destaca su carta de cócteles de autor elaborada por Inés de los Santos y la posibilidad de elegir entre champagnes y espumantes como Krug, La Grande Dame, Cuvée Dom Perignon, Möet et Chandon Rosé, Veuve Clicquot Ponsardin Brut o Herzog Brut Blanc de Blancs.

“El bar fue diseñado con un estilo art déco, bien distinto al resto del hotel, para romper y crear un segundo bar que se diferencie -cuenta Pascal Bernard, gerente de Restaurante del Alvear Palace Hotel-. Inicialmente, hace unos seis años, hicimos una propuesta a base de habanos, con maridaje de chocolates, pero este año tomamos la decisión de alejarnos del mundo del humo y refrescarlo totalmente. Ahí se nos ocurrió recurrir al champagne, que es la bebida más lujosa y festiva que puede haber.”

A un costado del hall central del Alvear, al que se accede por las clásicas escalinatas, apenas entrando, sobre la izquierda, se encuentra la puerta de entrada que da privacidad al reducido espacio -no más de 20 asientos- del flamante Champagne Bar, que se encuentra abierto todos los días, de 18 a 2 de la mañana. Dentro, la barra recorre uno de los márgenes de la sala, poblada de cómodos sillones y mesitas bajas; otra de las paredes ofrece un pantallazo de las selectas etiquetas francesas que allí pueden beberse, algunas incluso por copa.

La selecta carta de champagnes y espumantes incluye algunas de las mejores etiquetas de burbujas francesas y argentinas, con una variedad de estilos que incluye hasta un espumante kosher (el Herzog Brut Blanc de Blancs), para ser acompañadas por delicias como ostras patagónicas o caviar Ossetra, además de canapés surtidos y selecciones de quesos y fiambres. Los jueves, vale destacar, es noche de sushi en el Champagne Bar, lo que invita a bucear en la carta de cócteles en busca de algunos especialmente ideados para maridarlos.

Tokio Sling, ése es el cóctel que Inés de los Santos recomienda para acompañar el sushi. “Éste es el perfecto trago para el sushi -asegura la destacada bartender, quien estuvo a cargo de la creación de la carta de cócteles del Champagne Bar del Alvear-. Lo hacemos con jugo de pepino fresco, sake, Chandon Extra Brut y shiso, que es un híbrido entre menta y albahaca japonesa, o menta.”

Un recorrido por la carta

“Desarrollamos una carta de tragos a partir del vino espumante y el champagne, con propuestas para todos los gustos: cocktails con Veuve Clicquot o con Moët et Chandon, otras con Baron B, con Chandon, con rosados, extra brut o brut nature, e incluso con licor de expedición de Baron B”, cuenta Inés, que destaca que la carta del Champagne Bar, pese a superar por poco la decena de cócteles, ofrece una interesante variedad de clásicos reversionados: “Desde cócteles secos, alcohólicos, hasta tragos frutados, frescos, más cítricos o más dulces”.

En el bar, la elaboración de los tragos creados por Inés está a cargo de Ramiro Martín, barman que hasta hace poco brillaba en la barra del Alvear Art Hotel, y que ahora fue convocado por el Palace para llevar adelante la nueva propuesta del Champagne Bar.

¿Qué probar? Inés recorre en voz alta su propia carta: “El Aged Negroni Sbagliato está añejado en una barrica y, además, está tuisteado con el vino de expedición que se usa para elaborar el Baron B, lo que vincula bien al Negroni con el espumante, y obviamente terminado con Baron B, gin Bombay y Campari. Es más bien alcohólico, más bien seco”, cuenta la destacada bartender.

Otra sugerencia de Inés, el Fizz Gunpowder: “Usamos un té verde bastante particular para infusionar y saborizar un gin -describe Inés-. Es una versión del Tom Collins, que en vez de utilizar soda lleva vino espumante. Es bien cítrico, bien fresco”. Y una recomendación del cronista que escribe estas líneas: L’Hugo. “Es un spritz, pero del norte de Italia. Acá no se ha dado a conocer porque tiene un ingrediente no tan fácil de encontrar, que es el almíbar de sauco -cuenta Inés-. Nosotros lo traemos de Bariloche, se hace de flores de sauco, y lo mezclamos con el vino espumante, lima y menta fresca. Es realmente interesante.”

La carta también incluye mimosas (espumante más jugo de fruta) para preparar con cualquiera de los champagnes del bar, y una interesante selección de vinos y bebidas espirituosas. “La idea es que el Champagne Bar sea un lugar para festejar, para tomar un trago antes de salir o, volviendo de una salida, tomar algo para cerrar la noche”, concluye Pascal..