Forzaron la puerta hasta romper el pestillo del local, pero solo consiguieron llevarse el cajón de la caja registradora con monedas de uno y dos céntimos y un par de cajas de farias. El bar Donde Flora, afincado en Colombres, fue el objetivo principal la madrugada del pasado jueves de dos ladrones. En torno a las cinco de la mañana, un par de hombres «de complexión delgada y ágiles» lograron entrar dentro del local tras forzar la puerta y destrozar el pestillo de la misma. Una vez en el interior, buscaron la caja registradora, que tenía la llave puesta, para llevarse el dinero. Pero el único botín que consiguieron fue un cajón con monedas de uno y dos céntimos y un par de cajas de puros.
Inmediatamente se disparó la alarma de seguridad del negocio, que consiguió despertar a los vecinos, por lo que los ladrones abandonaron el recinto apresuradamente. «La verdad es que podía haber sido mucho peor, porque podían haber intentado entrar por los ventanales, rompiéndolos. Parece que conocían el local y sabían por donde podían entrar más fácilmente», manifestaba el propietario del negocio, Juan Ignacio Castaño.
Finalmente, en la tarde de ayer, el cajón de la caja registradora usurpada fue localizado en un gallinero de una conocida de los propietarios del bar, en Cerébanes, en el concejo de Peñamellera Baja. La mujer se percató de que era suya al encontrar varias facturas con el nombre del bar.
Forjas
Pero no fue este el único asalto de la noche en Colombres. Los ladrones también quisieron robar en otro bar cercano, en El Chamberí, pero se fueron con las manos vacías. Allí, intentaron entrar por la parte trasera, por una de las ventanas de madera, pero cuando rompieron una parte se encontraron con forjas que impedían su acceso al interior del recinto. Entonces, pusieron en marcha el plan ‘B’ para entrar por la puerta delantera, pero no fueron capaces de forzarla porque también estaba protegida por el forjado. Los dueños del negocio se percataron de lo sucedido en la mañana de ayer, cuando acudieron como todos los días a abrir el bar.
Los intentos de asalto a negocios hosteleros de Ribadedeva no han pasado desapercibidos por los vecinos, sino que han generado una gran inseguridad. La semana pasada, según apuntaron algunos empresarios, también intentaron entrar en el bar-restaurante El Pontón, sito en Noriega y en otros locales de Buelles y Pimiango.