Matías Mendilaharzu, “Matute”, como lo conocen los amigos, tiene 30 años y vivió toda su vida en Salta, hasta que decidió “cruzar el charco” para terminar sus estudios de grado. En setiembre se cumplen nueve años de su vida en Valencia, España. Allí conoció a su novia y se embarcó en la aventura de armar un bar especial en donde la gastronomía y el arte se mezclan diariamente. Sumado a eso la política no le fue indiferente y hoy su espacio gastronómico es sede de Podemos, el partido “nuevo” que surgió de 15 M o del movimiento español “los indignados”.
Todavía recuerda las reacciones cuando contó la noticia en Salta de que se iba a vivir, al menos por un tiempo a España. “Fueron muchas las reacciones y casi todas positivas. El día que lo decidí y tome la decisión, mi vieja me dijo: ´Hijo yo ya te enseñe lo que considero lo bueno y lo malo de la vida, ahora te toca a vos aplicarlo, es momento de volar´. Fueron unas palabras muy motivadoras, al igual que las de mi hermano y amigos”.
Matías siente que la ciudad de Valencia lo eligió a él. “Creo que uno no elige el lugar donde vivir y, a mi pensar, creo que en realidad el lugar te elige a vos. Así fue en este caso”. Según Matías España es un país muy rico en lo artístico y cultural. “Desde que llegué fui disfrutando todo, me llamó mucho la atención la historia de este país. Me llené de museos como el Prado, Reina Sofía, IVAM y me dedique también a viajar mucho por dentro de España en profundidad el país”.
De Valencia, cuenta que disfruta mucho el clima y la gente, aunque reconoce que somos parecidos en costumbres y que en Valencia también se duerme siesta como en Salta, “la gente no es tan cariñosa como nosotros”. Será por eso que extraña muchas cosas de Salta “como los domingos viendo al Albo en la cancha, la juntada con los amigos y el calor humano, también la comida”.
Un espacio de arte, gastronomía y debate
“Es un lugar multidisciplinario donde se encuentran todos los tipos de arte, desde la pintura, la literatura, la poesía y la gastronomía”, cuenta sobre su bar Matías a LA GACETA. Para él, su proyecto más importante es hacer crecer su restobar, aunque también va por más: “otro de mis objetivos ya está en marcha y se trata de una Asociación de Comercios de la zona donde tengo el local, para dinamizarla con proyectos socio-culturales y hacer del barrio una marca, es decir, un barrio vivo. La idea es crear un circuito gigante por toda Valencia”, cuenta entusiasmado.
A los conciertos en vivo, presentaciones de libros, matizados con una gran variedad de tapas, comida mediterránea y vegana de vanguardia se le suman los actos políticos a Mendiclub.
Uno de los quiebres sociales más destacados del último tiempo en España tuvo que ver con el movimiento de “los indignados” que se generó espontáneamente con la intención de promover una democracia más participativa. Matías y su bar no están ajenos a esta realidad española. “La verdad que me pareció el más alto nivel de democracia. Tuve la oportunidad de vivir este cambio desde dentro y el 15 de Mayo del 2011 me fui a acampar en la plaza principal de Valencia durante diez días. Fue emocionante ver que un gran grupo de personas se juntaban para organizarse y se empezaron a crear las primeras asambleas desde donde surgió el partido político Podemos. Hoy se sigue trabajando con la misma estructura: todo pasa por asamblea y, por medio de aplicaciones del teléfono, se pueden votar y llevar a cabo muchísimos proyectos. Hoy estamos a un paso de tener un presidente que lleve la voz del pueblo y todo eso surgió desde una plaza todos reunidos”.
Mendiclub, ubicado en el barrio de Algiros, es actualmente sede del partido PODEMOS. A las tapas se le suman todas las semanas charlas, tertulias y asambleas donde se debate cómo hacer una sociedad más justa y equilibrada. “Viví desde dentro este cambio y puedo decir que la unión hace la fuerza y que todos podemos apoyar la causa de muchísimas formas. No hay mayor democracia que la voz y la acción de la gente de a pie, el resto son solo negocios”, dice convencido Matías a LA GACETA.