CAPITAL FEDERAL, Febrero 13 (ANDigital) Qué mejor que arrancar una velada con un refrescante aperitivo a base de Cynar. Esa es la punta de lanza de la propuesta veraniega del Restaurante Bar Terraza Guido, en su patio descubierto, “sotto le stelle”, como reza la invitación.
Es la hora de la reivindicación de esta bebida a base de alcauciles, para beber con soda, pomelo o agua tónica. Le pasó al Campari, que de acumular polvo en un estante, pasó a la marquesina más cool. En meses tiene que explotar el Cynar. Veterano, cumplidor y merecedor de vítores.
Tras la refrescante recepción y como inicio de esta tavola italiana, un tsunami de antipasti: caponata (berenjena, apio, tomate); ciambotta (estofado a base de berenjenas, pimiento, tomate y oliva) y cous cous all’italiana. Sin respiro llega el auténtico prosciutto di Parma y carpaccio de bresaola con formaggio grana y esencia de trufas. Para que no decaiga: albóndigas en salsa de tomate al natural y cazuela con langostinos, trucha y pulpo.
Pero la vedette de esta entrada, sin dudas, es la burrata de mozzarella de búfala al pesto. Pese a que es un producto eminentemente italiano en cuanto a producción y consumo (obtuvo denominación de origen en la región de la Campania), Guido Sosto se abastece en Pilar con la elaboración local de este queso fresco de particular textura y delicioso sabor. De la hacienda a la mesa.
A la hora del plato fuerte, y como no podía ser de otra manera: pasta. Agnolotti de cordero braseado ocho horas con salsa de trufa y fusilli al fierrito con tres tomates, rúcula y parmesano.
La modalidad de inclinarse por lo que sugiera la cocina del día no es apta para los fáciles de saciar. De todos modos, la carta siempre tiene opciones potentes y aleatorias, como la parrillada de pescados y mariscos, ideal para compartir. También orecchiette, maccheronni o risotto. Y una buena opción para aquellos que sin carne no comen: la exclusiva hamburguesa kobe caprese.
La propuesta de recetas tradicionales italianas se complementa con la cava de distinguidas etiquetas internacionales y nacionales, pero no está de más consultar por alguna cepa especial de la península. Si hasta algún vecino va únicamente a tomar una copa a elección.
Con dilatada formación en bares y cocinas de América Latina, Europa y Estados Unidos, además de la crianza en el rubro gastronómico, Guido conoce el barrio de cuando era de casas bajas y lejos estaba de ser el codiciado “Palermo Botánico” de hoy. Revela que “si está en mi pared, está en mi corazón”. Y así, es otro placer –más allá del gustativo- contemplar los afiches que adornan los muros. De Pineral o Branca; clásicos cinematográficos de todos los tiempos; la Loren o la Monroe; John Lennon, y las máscaras del famoso carnaval veneciano. Todos conviven en la reciclada casona de Avenida Cerviño.
Un viaje a los aromas y sabores de la inmigración, sin necesidad de tarantela ni italianidad impostada. Jazz y rock roll. Un amplio reducto que sin estridencias abre sus cortinados púrpura hacia los cómodos sillones, en una particular atmósfera neoyorquina de Little Italy. Sí, donde el mismísimo Vito Corleone cimentó su poder mafioso y su nieto Vincent entró por la puerta grande al crimen organizado: celebrando a San Genaro, el dios napoletano.
Después del café y del tiramisú frutado, “Todo Pasa”, como reza la chapa abulonada en la barra. No refiere al vitalicio presidente de la AFA, es por la acepción original, que viene de la cultura hebrea. Allí, es el momento de un licor calabrés de hierbas seleccionadas (sin saber cuáles, claro) “Vecchi amaro del capo”, como para irse ubriaco y en lo posible sin manejar…
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En Cerviño 3943 – Reservas al (011) 4802-1262
Guido 19 a 21: Happy Hour $ 99 promedio
Cena: $ 200 promedio
(ANDigital)