Esta es una de las entradas a Badajoz, por aqu entran todos los vehculos que vienen de la carretera de Sevilla y de otros lugares desde el sur, por eso, yo creo que debe estar en condiciones y se debe arreglar”, manifestaba a este diario Antonio Mndez, regente del Bar Mndez, antiguamente conocido como Los Pajaritos, por su especialidad en la elaboracin de este plato hasta que su consumo fue ilegal, o tambin de Los Relojes, por el gran nmero de ellos que tena decorando su interior.
El Bar Mndez est situado en uno de los chalets que se encuentran entre La Picuria, Santo Cristo de la Paz –tramo urbano de la carretera de Sevilla– y la carretera de La Corte de Pelea, con una pequea ladera de csped en su lateral y la parte delantera de tierra, donde an sigue en pie una vieja caseta, la ltima que queda en Badajoz, del Consumista, vestigio de la forma de vida de otros tiempos, –no mejores–, que luego fue utilizada como un quiosco de venta de chucheras, hasta que cerr hace ms de una dcada.
Antes fue “una de las casetas del Consumista”, o fielato, donde se instalaba un funcionario municipal encargado de cobrar los arbitrios a todos los vehculos que entraban por esa parte de la ciudad con mercancas. Si entraba un carro o un camin cargado de melones para vender, por ejemplo, tenan que pagar una tasa y lo hacan en esas casetas, de las que haba otras en los distintos accesos a Badajoz. Esta es la ltima que queda en pie y ser derribada cuando comiencen las obras previstas para adecentar este espacio en Santo Cristo de la Paz.
ESPACIO PARA UNA TERRAZA “A m me gustara que me dejasen una parte de losetas o de hormign para poder poner algunos veladores, ya que aqu no se molesta a nadie ni se impide el paso de las personas”, cuenta Antonio Mndez, de 62 aos, 43 con el negocio, primero con su padre y luego con su hermano.
Muestra el lateral del bar, pegado a su casa, una pequea ladera de csped “que me encargo de regar yo cada maana, y de vigilar para que quienes salen con sus perros no hagan sus necesidades aqu, porque luego viene una seora con su nieta y se lleva cagada”, afirma.
Antonio Mndez ha sido informado por el ayuntamiento del inicio, prximamente, de las obras de remodelacin de esa zona de tierra, donde ahora aparcan algunos coches y donde no hay nada ms que la vieja caseta. La idea es convertir ese terreno en una zona verde y de estancia con un pequeo jardn, con un nuevo pavimento de hormign y solado, bancos, papeleras y rboles de sombra. Estas obras supondrn la demolicin del antigua caseta, que an tiene techo de uralita, que no es el original, que era de teja, pero hace ao fue sustituido, segn Mndez.
CASI 60.000 EUROS Esta obra est prevista con cargo a los remanentes de tesorera del ayuntamiento, con lo que debe estar terminada antes de fin de ao, y su presupuesto asciende a 59.600 euros.
Antonio Mndez afirma que “tengo 62 aos y llevo 43 detrs de la barra en el bar; nunca he pedido nada ni me he metido con nadie, sin una queja, espero que me dejen una zona para poner algunos veladores, porque hay sitio”.
Mientras tanto, un grupo de parroquianos hace memoria de cmo era el barrio y la ciudad cuando la caseta del Consumista an estaba ocupada y se pagaban los arbitrios. Y cmo era tambin la clientela del bar, que al ser de los ms madrugadores y por su cocina, acudan artistas que vivan la noche y trabajadores madrugadores que recalaban a tomar un caf o una copa antes de entrar en el trabajo.
Entre los presentes no logran ponerse de acuerdo sobre cundo se cerr la caseta, pero van afinando y sealan “la dcada de los 60”, y “a principios o mediados”, el tiempo en que se dej de cobrar arbitrios, como en La Cantina del Moro, la Puerta de Carros, de Trinidad o el puente Viejo.