Sucedió en Marua, en el norte del país africano. Un habitante de la zona dijo haber escuchado “una fuerte explosión” y explicó que el ataque tuvo lugar en el bar ‘Le Boucan’, muy frecuentado por las noches.
Bomberos, efectivos de los servicios de emergencia y personal de Médicos sin Fronteras se desplazaron al lugar de la explosión atender a las víctimas.
Nadie reivindicó todavía el atentado pero el norte de Camerún ha sido objetivo en numerosas ocasiones de los extremistas nigerianos de Boko Haram, y todos los indicios apuntan a la autoría de ese grupo extremista, que en las últimas semanas ha matado a más de 500 personas en Nigeria, Chad, Camerún y Níger.
Marua, un foco comercial del extremo norte de Camerún cercano a las fronteras de Nigeria y Chad, aún estaba lamentando la muerte de 13 personas en un doble atentado el miércoles cometido por dos adolescentes cuando se produjo el nuevo ataque.
El atentado se produce un día después de una serie de ataques en localidades fronterizas en el noreste de Nigeria en las que murieron al menos 25 personas y que obligaron a cientos a huir de sus casas en llamas.
El pasado 12 de julio, al menos 16 personas murieron en un atentado suicida en la localidad de Fotokol, también en el norte y muy cerca de la frontera con Nigeria.
Desde entonces, Camerún ha reforzado sus medidas de seguridad para evitar más atentados. Entre estas medidas están la prohibición del uso del velo integral por las mujeres en el norte del país, y la prohibición de motocicletas por las noches, un medio que los insurgentes usan a menudo para llevar a cabo sus atentados.