Una vagoneta cargada de piedra se quedó sin frenos y destruyó el bar Coco Bongo, uno de los más antiguos de San Pablo de Turrubares.
El chofer, José Morales, dijo que sus maniobras fueron para esquivar la escuela, que queda a solo 50 metros de donde sucedió la colisión, poco antes del mediodía de este jueves.
Los daños materiales fueron totales para el negocio y cuantiosos para el vehículo pesado.
El acompañante del chofer, Henry Antonio González, salió ileso.
El dueño del local, Ricardo Jiménez Salazar, afirmó que le fue heredado por su padre, quien años atrás tuvo una pulpería y cantina. Se trata de una construcción de unos 80 años y era de los locales más antiguos de ese cantón josefino, que limita al oeste con Alajuela y Puntarenas.
“Años de historia desaparecieron en segundos, pero gracias a Dios solo hubo daños materiales”, dijo Jiménez.