CUERNAVACA, MORELOS.– La multa que el Ayuntamiento de Cuernavaca impuso al bar “Eclipse”, y que le permitirá reiniciar sus actividades fue insuficiente, ante otros incumplimientos que son evidentes en ese negocio, y en la mayoría de los que se encuentran ubicados en la Plazuela del Zacate, dijo el presidente de la Comisión de la Juventud en el Congreso, Jordi Messeguer Gally.
El legislador criticó a la autoridad municipal por no querer indagar más sobre las condiciones en las que opera el negocio, en el que no sólo se registran hechos de maltrato a los clientes, sino la venta de bebidas alcohólicas a deshoras, la ausencia de medidas de protección civil y la presunta comercialización de alcohol adulterado, entre otros aspectos que deben ser regulados por el Ayuntamiento.
Messeguer Gally agregó que la sanción económica de dos mil 389 pesos al propietario del establecimiento, por la agresión de meseros y cadeneros a dos clientes, la madrugada del sábado, revela los vicios que se han presentado en el Ayuntamiento en cuanto a la expedición de licencias de funcionamiento.
Recordó que la LII Legislatura ha insistido, los tres años, en que el gobierno de Cuernavaca regule la apertura de negocios de venta de bebidas embriagantes, como una acción permanente que está entre sus obligaciones, y no como un área de oportunidad cada vez que se registra un incidente que pone en entredicho la labor.
Por otra parte, el diputado por el PRD señaló que los empresarios del sector de restaurantes y bares también son responsables de lo que sucedió por los bajos salarios a los que someten al personal.
“La exigencia de la propina –en este caso a golpes- es una práctica recurrente de la que los propietarios de los establecimientos no son ajenos”, cuestionó Jordi Messeguer.
Para poner fin a la situación, dijo que es necesario que empresarios, sindicatos y trabajadores analicen la situación y que el Gobierno del Estado ponga más atención al sector.
Regular
Vicios en funcionamiento
Desde el Congreso del Estado, observan total flexibilidad en el funcionamiento de los antros, pero también desinterés de sindicatos y empresarios.
“La exigencia de la propina –en este caso a golpes- es una práctica recurrente de la que los propietarios de los establecimientos no son ajenos.”
Jordi Messeguer Guillén, diputado por el PRD