J. A. O.
En la época de las huelgas mineras del franquismo, los propietarios del pequeño bar-tienda Casa Hermógenes de Tuilla (Langreo) fiaban comida a los mineros que no podían comprarla. Esta solidaridad mostrada con sus convecinos no impidió a Hermógenes Fernández y a Ludivina Villa dejar a uno de sus cinco hijos, José Ángel Fernández Villa, exsecretario general del SOMA, una fortuna de 1,4 millones de euros. Al menos, ese es el argumento que el exlíder minero esgrimió para justificar la posesión de esa fortuna hasta entonces oculta al fisco y acogerse a la amnistía fiscal de 2012,
Fue este año, entre abril y noviembre -previsiblemente al mismo tiempo en que se desarrollaba la última movilización de la minería asturiana-, cuando José Ángel Fernández Villa, aún al frente de la organización sindical que había liderado durante 34 años, cuando ingresó en una sucursal bancaria de Oviedo 1.400.000 euros, de los cuales pagaría a Hacienda el 10%, de acuerdo con las condiciones de la amnistía fiscal auspiciada por el ministro Montoro y con el asesoramiento de un abogado de su confianza. Tal como publicaba ayer el diario “El País”, cuando cumplimentó los modelos de declaración 750 (la autoliquidación) y el modelo D-750, correspondiente a la relación de bienes y derechos, y luego los presentó a través de Internet, consignó que el dinero procedía de una supuesta herencia. Esa fortuna, según la argumentación hecha por el exlíder minero, se la habría dejado su madre, Ludivina Fernández, que murió el 11 de enero de 2011.
Ludivina García falleció a los 91 años de edad en la residencia Nuestra Señora del Fresno de La Felguera. El tanatorio de Langreo se convirtió en un río formado por los más variopintos dirigentes políticos y sindicales de la región, que acudieron a arropar al hijo más conocido de la fallecida, José Ángel. De los cinco hijos de Ludivina, quedan vivos José Ángel y dos más.
Esa supuesta herencia familiar en la que Villa justifica los 1,4 millones de euros que afloró en el marco de la amnistía fiscal habría sido transmitida en billetes, ya que el exsecretario general del SOMA, tal y como adelantó LA NUEVA ESPAÑA, llevó personalmente el dinero en efectivo, dentro de una maleta a una sucursal bancaria de Oviedo.
La fiscal Carmen García Cerdá, la misma que se hizo cargo del caso Terra Mítica, el primer macroproceso contra la corrupción en la Comunidad Valenciana, dirige la investigación para determinar el origen de la fortuna de Fernández Villa. Las pesquisas, que arrancaron hace aproximadamente un año, según confirmaron fuentes de Anticorrupción, ya se prorrogaron en una ocasión y volverán a ampliarse en las próximas semanas en busca de nuevos indicios sobre el presunto origen delictivo de la fortuna. En principio, serían tres meses más.
A la investigación de Anticorrupción se le une ahora la de la Fiscalía Superior del Principado de Asturias, que ha abierto diligencias por una denuncia de Manos Limpias contra Villa por presuntos delitos contra la Hacienda Pública, cohecho y apropiación indebida. Manos Limpias sospecha que detrás del exlíder del SOMA hay un “nutrido grupo de colaboradores” y ha solicitado a la Fiscalía que tome declaración al ex presidente del Principado Juan Luis Rodríguez-Vigil y al ex sindicalista de UGT Antón Saavedra, por haber realizado “afirmaciones muy graves acerca de la conducta del señor Villa y de su entorno”. El autodenominado sindicato afirma que su objetivo es “desenmascarar esta posible trama de corrupción”.
Villa sufre un importante deterioro neurológico, que podría incapacitarle para dar explicaciones detalladas sobre el origen de sus fortuna, y ha permanecido ingresado en el HUCA durante una semana, hasta el pasado sábado, por un cuadro de confusión del que ya se ha recuperado.