Gómez Palacio, Durango.- El representante regional de la Coordinadora Nacional Plan de Ayala, Bernardo Reyes Aguilera afirmó que el sistema capitalista que está viviendo México permite abusos y cotos de poder, tal es el caso de las que empresas que pretenden privatizar el agua, cuando ésta es de todos y al paso que vamos, sólo falta que nos cobren el aire en futuro, es decir, por respirar.

“La verdad, que el afán privatizador del gobierno neo-liberal capitalista de Peña Nieto está alcanzando objetivos que la sociedad mexicana consideraba de importancia básica para el bienestar de nuestro pueblo. Ahora le toca al agua. Y aunque pospusieron mañosamente la discusión de la ley respectiva en las cámaras, el golpe a ese bien del pueblo de México ya está planteado”, abundó.

Dijo que en esta aventura privatizadora el partido en el gobierno y el PAN no han caminado solos; se han hecho acompañar de sus partidos lacayos como el Verde Ecologista y el Panal.

“Y no es que ignoremos que el 80 por ciento de las aguas de los ríos son acaparadas por los caciques regionales y los empresarios del negocio de la leche, pero esa es una anomalía que le corresponde atender al Gobierno Federal. Pero no lo hace porque tanto caciques como empresarios son parte del entramado de dominio que ejerce el gobierno sobre el pueblo”.

Y si hay gente que haga mal uso del agua, que pague su justo consumo o por contaminar de cualquier manera que los haga, sin embargo, a esto también le corresponde al gobierno ponerle remedio, expuso.

Reyes Aguilera agregó que sobre el agua del subsuelo que se supone debería de ser para estricto consumo humano, tenemos la trágica realidad de que los empresarios lecheros utilizan la mayor cantidad de esa extracción para su beneficio personal; dejando para la población el agua de pozos más profundos en donde el vital líquido se encuentra ya contaminado con arsénico, al excavarse a mayores profundidades.

Nada más hay que leer los primeros artículos de esa nueva Ley de Aguas, para darse cuenta de que, todo lo que se relacione con las aguas nacionales, pasará al control de empresas privadas que, como es lógico, lucrarán con ese bien que, hasta estos días, todavía es nacional; con todo y los asegunes del manejo que hace el gobierno de ese recurso.

O sea, si ya en la práctica los recursos hídricos los manejaba el gobierno prianista en favor de los ricos ahora ya nada más lo quieren hacer legal.