El empresario Marcelo Cicali, dueño del Bar Liguria, arremetió este miércoles en Cooperativa contra “la moralina de la izquierda”, que -aseguró- es lo que está detrás de la polémica restricción al horario de venta de alcohol en la comuna de Providencia.

“El foco está en la prohibición, en buscar al que lo pasa bien para censurarlo“, aseguró Cicali en Una Nueva Mañana, reclamando que en este tema “no se sinceran las posiciones, porque hay una cultura de ser de izquierda estéticamente”.

“El voto de rechazo a Cristián Labbé fue un voto donde marcadamente había un enfrentamiento entre un mundo progresista, liderado por una ex comunista, como Josefa Errázuriz, contra un mundo de derecha representado por Cristián Labbé”, dijo Cicali recordando la campaña municipal de 2012, en la que él tomó partido por la actual jefa comunal, de quien hoy está distanciado.

“Esto es la cueca en pelotas, no se entiende nada. Yo estoy avergonzado, esto ha sido un bochorno. Lo que ha hecho Josefa Errázuriz -la alcaldesa por la que voté, la que me llamó a liderar mesas, la que me pidió que juntara a los bolicheros, que llegáramos a acuerdo con los vecinos (…)- es un enredo“, alegó.

Marcelo Cicali aseguró que en un primer momento los locatarios se reunieron con los residentes y lograron un acuerdo, pero éste fue luego incumplido por la alcaldesa y los “concejales Opus Dei”.

Para dichas reuniones “nos pusieron -por decirlo de alguna manera- a los vecinos más bravos y a ellos los terminamos convenciendo, llegando a un acuerdo que firmaron, y ese acuerdo, cuando no es lo que la alcaldesa espera, no lo ratifica, no lo apoya, no lo firma. Es un descrédito”, reclamó.

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En la cama, el clóset, el vaso, el cenicero

Tras esta actitud “yo creo que hay una moralina muy antigua en la izquierda, (…) que parece un voto Opus Dei”, continuó.

“Voy a hablar como ciudadano: ¿Por qué cresta se tienen que meter en lo que yo hago en la noche? ¿Por qué se quieren meter en mi cama? ¿Por qué se quieren meter en mi vaso? ¿Por qué se quieren meter en mi cenicero? ¿Hasta cuándo nos tratan como guaguas, como niños chicos?”, dijo el locatario.

“Yo no necesito una mamá, quiero una alcaldesa. ¿Dónde está la fiscalización de la alcaldesa? Si hay restoranes que tienen externalidades negativas, ¿dónde está la clausura? (…) Hay vecinos -lo digo muy en serio- cuya vida ha sido transformada en un calvario por operadores de restaurantes, por boliches que funcionan con las patentes equivocadas, por clandestinos que hay, pero la responsabilidad y el liderazgo de la alcaldesa es en visibilizar esos locales y clausurarlos. Fiscalizar. ¿Quiere que nosotros hagamos la pega?”, criticó.

“¿Por qué nos culpan a todos? ¿Por qué nos tratan como corderitos? ‘A las 02:00 hay que ir a acostarse…’. Perdóname, somos adultos, tengo 47 años y si me quiero tomar un trago hasta las 04:00 de la mañana o quiero salir a caminar o me quiero tomar un café es cosa mía. No me saquen ni del clóset, no me saquen del bar, no se metan en mi cama. ¿De dónde viene esa moralina?“, repudió Cicali.

El empresario reclamó que se está “alcoholizando” la discusión para “satanizar” a los locales nocturnos, “como si fuera lo peor”.

“Yo ayer me quedé con Carlos Cabezas y Hernán Larraín hasta las 02:00 de la mañana -diez para las 02:00, que nos echaron- en el Liguria tomando cerveza y ‘arreglando el mundo’. ¿Por qué me tienen que echar, si yo me quería quedar sentado con ellos, conversando? Es una estupidez esto, es un sinsentido“, insistió.

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“Quieren que voten las abuelitas”

“La alcaldesa pone todo en blanco y negro, nos hace sentir que no somos vecinos“, fustigó Cicali, quien subrayó sus críticas hacia los “concejales Opus Dei, que son socialistas y democratacristianos”.

Ante la propuesta de un plebiscito para dirimir la polémica, señaló que dichos ediles “decían que los plebiscitos tenían que ser en las zonas, en las calles (de los restaurantes). O sea, quieren que voten las abuelitas que alegan. Me parece perfecto, pero que voten todos”.

Destacó, en este caso, “el liderazgo que ha tenido Carolina Tohá en Santiago, porque no le teme al voto de los residentes ni de los visitantes ni de los turistas. Parece ser que en la Municipalidad de Providencia le temen al voto, parece ser que en la Municipalidad de Providencia se han empeñado en hacer mal las cosas, y tengo la impresión de que en los últimos días ha tenido una gran visión para empeorarlas (…) Hicieron mal las cosas y se empeñan en empeorarlas“, concluyó.