La Paz.- 3 músicos descienden de una camioneta. El primero de ellos va directo a la batería y, en segundos, con los primeros acordes, prende a las 80 personas, reunidas en un pequeño bar de San José del Cabo.

Así empezó una velada mágica pasada la medianoche del sábado con Bono, The Edge y Larry Mullen Jr., integrantes de U2, quienes visitaron este destino en México.

Una hora antes, el gerente del lugar, Fernando Hernández, había recibido una llamada para preguntar detalles sobre el lugar, el tipo de comida y música que se ofrecía, y si podían apartar una mesa para “un grupo de personas muy importantes”.

Para Hernández, quien lleva 25 años trabajando en bares y restaurantes, y ha visto en ellos a cerca de 200 personalidades, el aviso no fue impactante, por lo que no preguntó más y preparó una buena mesa.

Era una noche normal con la banda local The Mustang, que por primera vez tocaba en “La Ostería”, un restaurante-bar, en el centro de San José del Cabo, conocido en la región por su ambiente, propuesta musical, vinos y comida sencilla.

“La sorpresa, cuando llegan tres camionetas y bajan Bono, Larry y The Edge; Larry se fue directo a la batería. La banda (que tocaba ahí) estaba en receso y él empezó a tocar, pasaron unos minutos y The Edge se fue a la guitarra. Luego, Bono pone orden y salen los acordes de ‘Desire’.

“De la nada, ¡imagínate!, tocando en tu lugar. Yo he vivido 25 años en el área, conozco 200 personalidades en distintas partes donde he trabajado, pero esto fue único”, dijo el empleado.

Los afamados rockeros (sin su compañero Adam Clayton) estuvieron cerca de hora y media y se portaron accesibles y sencillos. En la mesa reservada, disfrutaron vinos, cerveza y tequila, y respondieron con sonrisas ante los “flashazos”.

“Terminaron y complacieron a todos tomándose fotografías con el que lo pedía. (Demostraron) sencillez, amabilidad”, expresó el gerente.

Agregó que también “soltaron el cuerpo”, y que el primero en saltar a bailar a la pista fue The Edge.

Alrededor de las 2:00 de la mañana se despidieron, regalándole una botella de whisky a la banda The Mustang y dejando una muy buena propina al personal que los atendió, detalló Hernández.

“Yo, bueno, crecí con su música, y para mí esto no fue casualidad, es energía, y, si para algunos es la banda más importante de la actualidad, esa noche demostraron su grandeza”, expresó.

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