últimas entradas del blog

Panorámica del Palacio de la Moneda, la sede presidencial de Chile

Hasta 1991 no hice mi primer viaje a Chile, apenas un año después de que el país de la América austral retornara a la democracia tras 17 años de dictadura militar . Es el día 4 de septiembre, son cerca de las 9 de la noche y camino, acompañado de mi mujer,  por la calle Ahumada, un viario peatonal en pleno centro de la ciudad. Mientras deambulamos curioseando por la zona comienza a resonar un vocerío que cada vez se siente más cercano. Instantes después podemos apreciar, a lo lejos, una marcha de ciudadanos coreando frases que aún no acertamos a entender y agitando algunas pancartas y banderas chilenas. Adivino a identificar en las pancartas la imagen de Salvador allende, el presidente derrocado por el golpe militar de Pinochet en 1973.

Pintada contra Pinochet tras su derrota electoral

Constato que es una manifestación en tributo y homenaje al expresidente y decido tomar alguna imagen de recuerdo, pero antes de que pueda hacerlo, compruebo con horror que el lado contrario de la calle esta tomado por la policía con un despliegue de medios impresionante y armados hasta los dientes con todo tipo de medios antidisturbios. Todos los viandantes huimos despavoridos mientras comienzan a silbar las primeras balas de goma y botes de humo.


 

Mural en homenaje al cantante Victor Jara en las calles de Santiago en 1991

Trato, con mi mujer de refugiarme en algún comercio o portería de edificios de la zona pero unos ya han cerrado sus puertas y otros nos niegan el acceso. Corremos a la desesperada, con ya el entorno convertido en un caos de humo y de cargas de los carabineros antidisturbios, suplicando inútilmente que nos dejaran entrar en algún comercio. Vemos un bar con la puerta metálica a medio echar casi como última oportunidad e imploramos de manera angustiosa que somos turistas españoles para que nos permitan entrar. Casi in extremis el encargado del bar nos permite acceder al interior segundos antes de cerrar por completo el local. La referencia a nuestro origen español fue providencial ya que el responsable del bar era descendiente de españoles.


El fin de la dictadura se reflejó también en las paredes de la ciudad

Poco a poco vamos recobrando la tranquilidad mientras los clientes y empleados del bar nos comentan  que los enfrentamientos entre manifestantes y antidisturbios suelen ser tan brutales que no hay otra solución que echar el cierre para proteger la integridad del local. Ante nuestra sorpresa por tan dura represión de una manifestación en recuerdo de Allende en un país democrático, nos aclaran que aunque Pinochet se había visto obligado a renunciar como presidente del país tras su derrota en las urnas, “continúa al frente del ejército de Chile, que controla el poder”.


Desfile del ejército de Chile

No fue el único incidente con las fuerzas de seguridad pinochetistas. La ciudad de Valparaiso tiene un bellísimo centro histórico que en 2003, unos años después de mi visita, fue declarado patrimonio de la Humanidad . Es una ciudad en forma de anfiteatro con bellísimas viviendas de madera situadas sobre el cerro que domina la bahía y el puerto de la ciudad, uno de los más importantes del país y donde recala gran parte de la flota bélica chilena. Recorro las estrechas callejuelas en empinadas cuestas y me sirvo del teleférico para llegar a la parte alta. Desde allí la vista es magnífica y obviamente las fotos son obligadas, pero cuál es mi sorpresa cuando un militar uniformado se me aproxima con paso firme cuando me ve sacar la cámara y con gesto adusto me conmina a guardarle y me recalca que está prohibido sacar imágenes del puerto por tratarse de una “zona militar”.  Trato de explicarle que soy un turista y que hago fotos de la ciudad pero su reacción, en tono amenazante, es pedirme el pasaporte.


Panorámica de Valparaíso, la única imagen que pude tomar de la ciudad

Tras unos instantes tensos, el militar me devuelve el pasaporte y me recalca que “me veré obligado a detenerle si saca alguna fotografía”. Considero que es imposible llegar a un entendimiento para que me permita al menos alguna foto de las casas tradicionales y guardo la cámara para evitar mayores problemas. Durante un largo rato el militar me vigilaba a lo lejos para comprobar si cumplía sus órdenes, por lo que, lamentablemente,  no tengo imágenes de una ciudad Patrimonio de la Humanidad como es Valparaíso, salvo una que hice del puerto en la parte baja de la ciudad y previa constatación de que no había “moros en la costa”.  

 

Mural en homenaje a Pablo Neruda junto a su casa museo

Otra muestra más de la fragilidad democrática chilena en aquellos años es la noticia que recogían algunos periódicos de una redada para detener a militantes de grupo político proscrito. Veo las fotos de la operación policial y una de ellas es auténticamente kafkiana. En ella aparecen numerosas personas obligadas a apoyarse de cara a la pared para someterse a un cacheo, pero ocurre que acierta a pasar en esos momentos por la zona una cabra, y la Policía, ni corta ni perezosa, obliga también al animalito a hacer lo propio. La foto, digna de una antología del disparate, muestra a todos, personas y cabra, de cara a  la pared. Quizás pensaban que se trataba de un subversivo camuflado. El perplejo animal seguro que pensaría lo injusto del dicho “estar más loco que una cabra”. Lástima que entonces no guardara el recorte del diario con tan surrealista imagen.   


Santiago, rodeado por cumbres andinas, y mujer del ejército de Chile

Afortunadamente, la situación fue cambiando con el tiempo y con la desaparición del dictador, y en mis dos siguientes viajes a Chile, en los años 2002 y 2007, lo pude constatar directamente e incluso me permití “el lujo” de conversar con una mujer militar, muy amable,  relacionada con la seguridad del Palacio de la Moneda, el edificio presidencial en el que se suicidó Allende en 1973 mientras era bombardeado por las tropas golpistas. La situación ha cambiado tanto que en pleno centro de la ciudad se ha erigido un monumento en homenaje a Salvador Allende.


Monumento a Salvador Allende en el centro de Chile

Santiago de Chile no es una ciudad especialmente  atractiva, aunque tiene cosas dignas de visitar como el cerro de Santa Lucía, la Plaza de Armas, la catedral, el palacio de la Moneda, su entorno andino, distintas áreas de casas coloniales y el Mercado Central  de Mapocho, con puestos de venta y restaurantes especializados en el rico marisco chileno.

 

El Mercado Central de Mapocho es idóneo para saborear el marisco chileno

Si Santiago no es una ciudad excepcional,  sí lo es el país, uno de los más atractivos del mundo, tanto en el Norte, con la gran belleza del paisaje en la zona andina y en el desierto de Atacama, y en el sur,  con los destacados parques nacionales de la Patagonia chilena y la zona de los fiordos. Todo ello sin olvidar algunos rincones tan encantadores como la isla de Chiloé o la enigmática Isla de Pascua. En fin, tantos atractivos que bien merecen un artículo aparte.


 

This entry was posted in ES and tagged by News4Me. Bookmark the permalink.

About News4Me

Globe-informer on Argentinian, Bahraini, Bavarian, Bosnian, Briton, Cantonese, Catalan, Chilean, Congolese, Croat, Ethiopian, Finnish, Flemish, German, Hungarian, Icelandic, Indian, Irish, Israeli, Jordanian, Javanese, Kiwi, Kurd, Kurdish, Malawian, Malay, Malaysian, Mauritian, Mongolian, Mozambican, Nepali, Nigerian, Paki, Palestinian, Papuan, Senegalese, Sicilian, Singaporean, Slovenian, South African, Syrian, Tanzanian, Texan, Tibetan, Ukrainian, Valencian, Venetian, and Venezuelan news

Leave a Reply